La cuestión del consumo y cultivo de cannabis es ya un dato controversial de la vida de las sociedades contemporáneas. En nuestro país, el cultivo está legalizado. Según el gobernador de Jujuy, «este negocio es más grande que el del litio».
Morales argumenta que «Los datos dan cuenta que en esta década el negocio de cannabis va a mover más de 100.000 millones de dólares. Hoy Estados Unidos genera 320 mil puestos de trabajo y Jujuy ya tiene aprobada 35 hectáreas y 120 trabajadores».
Precisamente en EEUU, el New York Times revela para su público tanto local como global que «los expertos afirman quelos productos de cannabis con alto contenido de THC de hoy en día —muy diferentes de los cigarrillos de marihuana que se fumaban hace décadas— están envenenando a algunos consumidores habituales, incluidos los adolescentes». Al estilo de las coberturas típicas del periodismo norteamericano, el artículo hace referencia a casos específicos, tales como el de Elysse, quien tenía 14 años cuando empezó a vapear cannabis. No olía, por lo que era fácil de ocultar a sus padres. Y era cómodo: solo había que pulsar un botón e inhalar. Después del segundo o tercer intento, estaba enganchada. «Era una locura. Una euforia demencial», la cual devino, según publica el NYT, en algo más inquietante: «A veces la marihuana hacía que Elysse se sintiera más ansiosa o triste. En otra ocasión, se desmayó en la ducha y se despertó media hora después. No se trataba de la marihuana normal. El aceite y las ceras que compraba a los traficantes solían tener un 90% de THC, el componente psicoactivo de la marihuana. Pero como estos productos se derivaban del cannabis y casi todo el mundo que conocía los consumía, supuso que eran relativamente seguros. Empezó a vapear varias veces al día. Sus padres no se enteraron hasta un año después, en 2019. “La metimos en un programa para ayudarla con ello. Intentamos el amor firme, para ser francos, lo intentamos todo”, dijo el padre de Elysse sobre su adicción».
Nada nuevo. En 2021, este medio público una entrevista al psiquiatra Francisco Bordón, quien habló en la 99.9 sobre «un estudio que se ha publicado el 23 de agosto de este año en la revista de la Asociación Americana de Medicina, que fue fundada en 1880 a la fecha. Es una revista con referatos, eso significa que no públicas cualquier cosa sino que debe pasar una serie de escrutinios. De todo lo que se manda a la revista, más o menos el 4% se publica». Agrego que el estudio «es prospectivo, significa de un punto para adelante, donde se estudió aproximadamente unos 799 adolescentes, 450 fueron femeninas o mujeres y 349 chicos; con un comienzo del estudio de los 14.4 años hasta los 19. En esta edad, el cerebro de los adolescentes está en pleno desarrollo». Para graficar finalmente índico lo que se observó es que en función del consumo del marihuana se producía un adelgazamiento del cerebro prefrontal dorsolateral. Cuando hacemos el signo de está loco, lo que estamos señalando ahí es el cerebro prefrontal dorsolateral».
La locura es avanzar, por sevicia económica, en proyectos que destruyen a la sociedad en algo que ya no es un debate, sino un aserto científico.