ETA: el retorno, y el clamor por el Espíritu de Ermua

La organización terrorista vasca ETA fue derrotada militarmente por el Estado español luego de una ordalía de crímenes de todo tipo, ocurridos —inicialmente— en oposición al gobierno dictatorial de Franco pero, esencialmente, como acción política para la toma del poder por la violencia en la España post Franco, ya en plena democracia.

En su saga criminal, ETA fue culpable de más de 850 asesinatos, 2.600 heridos y casi 90 secuestrados. El atentado con más víctimas fue el de Hipercor, en 1987, con 21 fallecidos. El funcionario de prisiones José Ortega Lara vivió el secuestro más largo, de 532 días. El crimen que desató el repudio masivo a la banda y que le dio el golpe final a su accionar criminal, cambiando por fin la dinámica de los hechos, fue el asesinato del concejal del PP por Ermua, Miguel Ángel Blanco.

ETA fue finalmente acorralada y desmembrada, pero no derrotada. Ello se advierte de manera nítida en la actual campaña electoral española, en la cual 44 ex condenados por crímenes cometidos por la banda terrorista pasaron a integrar las listas de concejales de la formación de superficie de EH Bildu, partido nacionalista vasco, aliado del PSOE, al que lidera el actual primer ministro, Pedro Sánchez.

Quien ha puesto alta la vara en este debate es la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, quien pide, clama, por la disolución de EH Bildu al considerar que es una agrupación anticonstitucional cuya matriz es la de impulsar la partición de España, creando un gobierno del llamado «país Vasco» que se independice del reino formando así un gobierno socialista de partido único.

Según puede leerse en diversos medios españoles, ETA tuvo un record criminal enorme, cuya data describe RTVE del siguiente modo: «Desde el guardia civil José Antonio Pardines, el primer asesinado por ETA el 7 de junio de 1968 en Villabona, en Gipuzkoa, hasta el gendarme francés Jean Serge-Nérin, la última de sus víctimas mortales, el 16 de marzo de 2010 en Dammarie-lès-Lys, cerca de París, la banda terrorista acabó con la vida 853 personas, según el Ministerio del Interior, que contabiliza las víctimas indemnizadas. Una cifra que la Fundación de Víctimas del Terrorismo eleva a 856 —entre ellas 20 menores de edad— y que el Informe Foronda, encargado por el Gobierno vasco, deja en 845. La época más sangrienta de ETA fueron los llamados “años de plomo”, entre 1978 y 1980, cuando la banda asesinó a 244 personas. Solo en 1980 mató a 97 víctimas. Estos años concentran, además, la mayor parte de los crímenes de ETA que siguen sin resolverse».

Isabel Díaz Ayuso ha decidido comprometerse personalmente y recorre el país vasco, impulsado también a que los dirigentes del PP de Madrid se incluyan en las listas de concejales en el último lugar de las mimas como una candidatura testimonial que le dice a los vascos que no están solos ante la intemperancia en la que los coloca el gobierno de Sánchez en su alianza con EH Bildu. Ciertas luchas, a ambos lado del Atlántico, parecen nunca concluir.