Ya es una alianza sin tapujos que provoca oleadas hacia adentro de la coalición de gobierno, incluso más que la siempre revulsiva Elisa Carrió: la reunión entre el obispo Jorge Lugones y el líder camionero Hugo Moyano en el contexto de la orden de detención de Pablo Moyano, marca un escenario que parece no tener retorno.
La alianza explícita llevó, este 20 de octubre, a una marcha a Luján organizada por Camioneros, Bancarios y SMATA, que exhibieron músculo en la calle para desafiar a la política y al orden jurídico del país. La respuesta a este desafío la dio el presidente Mauricio Macri en el cierre del coloquio de IDEA, al señalar: “No podemos tener un costo logístico que es el doble de la región; no podemos tener métodos mafiosos”. El Presidente instó a los presentes, todos empresarios, a que “como dadores de cargas, también asuman este desafío de terminar con las mafias”.
El escenario no es sencillo si se acepta que aún una importante masa de argentinos se define como perteneciente al culto católico. No obstante este elemento, la alineación no es del todo predecible y mucho menos garantizable, y el rechazo a la corrupción es total en amplios estamentos de la sociedad argentina, quizá como nunca antes.
La puesta en escena de los gremios con la marcha y el aupamiento papal por medio de los obispos no va a detener ni las causas penales ni los cambios que el Gobierno busca en materia de ordenamiento laboral. En el mismo ámbito, el Coloquio de IDEA en Mar del Plata, Macri manifestó, en relación al ordenamiento laboral, que debemos tener reglas como las que tienen los españoles y los italianos. “¿Cómo puede ser que no seamos igual de inteligentes y prácticos que ellos para defender nuestro trabajo?”, se preguntó retóricamente.
El escenario está servido. Esta semana fue detenida Myriam Balcedo, propietaria del diario Hoy, en La Plata. En el fin de semana se presento el evalúo patrimonial de los Balcedo, quienes manejaban el SOEME y un grupo de medios en la ciudad de las diagonales: hay 300 millones de pesos sólo en bienes cuantificables a la vista, más una investigación a cargo de la UIF por fondos millonarios en el exterior. Quienes conocen de cerca las causas que involucran a los Moyano se interrogan: si la mencionada es la fortuna amasada por los Balcedo, ¿a cuánto podría ascender la de los Moyano? La respuesta no está muy lejos, y el impacto en la sociedad puede ser mayor aun que el que provocaron los bolsos de López o el conteo de dinero en “La Rosadita”.
Cambiar no es un predicamento sencillo. El slogan de cierre del coloquio de IDEA, “soy yo, aquí, ahora, y este es mi tiempo”, parece exceder el coloquio: se advierte en las redes que ya nada es como fue en la construcción del poder. Marchar a Luján aupado por la Curia no cambia la dinámica política de los tiempos y no detendrá a una sociedad que pasa por un brutal momento económico y mantiene intacta su decisión de vivir en democracia y bancar lo que le toca sin pedir cambios mágicos ejecutados por encantadores de serpientes.