Varios planos se dan hoy en torno a la economía argentina, y básicamente, lo referido a cuántos pesos se necesitan para comprar un dólar, cuestión habitualmente citada como “subida del dólar” y no pérdida de valor de la moneda nacional. Análisis, frustraciones e interrogantes se cruzan fuertemente.
Los interrogantes del porqué de esta situación tienen respuesta a la vista, aunque, empeñados en mostrar la foto del día, los medios, en particular los metropolitanos, agiten frases con zócalo rojo tales como “la mayor devaluación de la historia”, o “la falta de oxígeno del Gabinete”, al tiempo que reclaman cambios y establecen la necesidad de un acuerdo con la oposición que salve al Gobierno de la debacle anunciada.
Los elementos de la crisis están en la superficie. Según señaló a este medio el economista de la CEPAL Bernardo Kosacoff, al inicio del gobierno de Mauricio Macri, en el Banco Central no había reservas, salvo el swap chino. Por vía de la destrucción de la renta petrolera y el negocio (negociado, en realidad) de la importación de combustibles, se le provocó al país un agujero fiscal de 15 mil millones de pesos, al tiempo que estaban pendientes de pago 10 mil millones en importaciones y una cifra de similar tenor en ganancias no giradas por las compañías multinacionales a sus casas matrices.
Para ilustrar el monto de la plata que se han robado mediante los artilugios de control de la economía, el extitular de la AFIP/DGI Alberto Abad sostiene que sólo en materia de declaraciones juradas de importación /exportación, se han detectado maniobras correspondientes a la denominada mafia de los contenedores por el orden de 13 mil millones de dólares. En la causa que procura el juez en lo penal económico Gustavo Meirovich, hay ya tiene 35 procesados y unos 15 detenidos, incluyendo a Mariano Martínez Rojas, quien se presentó como empresario de medios, ha solicitado ser testigo colaborador, y entregó información sustancial que llevó las acciones de Meirovich a detener a dos empresarios y un colaborador del gobernador formoseño Gildo Insfrán.
En relación al tema devaluatorio, hay varios escenarios y no pocos economistas pidiendo al BCRA que revise el rol de bancos como el Macro o el Patagonia, cuyos dueños, las familias Brito y Eskenazi respectivamente, están en situación judicial muy compleja. Hay quienes vinculan lo que sucede en la Argentina con la economía con esta situación judicial muy intensa, con detenciones y confesiones de ladrones de guante blanco como no se vio jamás en este país.
En este sentido, la determinación de la Casación nacional, última instancia previa a la Corte, determinó que los delitos económicos son imprescriptibles, y la oportunidad de avanzar en causas que parecían finiquitadas -como IBM/Banco Nación, o IBM/Anses- queda ahora abierta.
Que en este escenario lleguemos a la verdad, sólo la verdad, y nada más que la verdad.