El capítulo de los crímenes de Estado cometidos durante el denominado Proceso de Reorganización Nacional han sido una constante en el presente argentino, como si ese pasado atemporal estuviera aún vigente en nuestra sociedad. Lo que ocurrió en el país, fue un capítulo de vertientes propias, pero enmarcado en el contexto de la «Guerra fría».
En ese escenario, la brutalidad del Estado quedó expuesta, en primer lugar, con la visita de Pat Derian, delegada especial del presidente de los Estados Unidos Jimmy Carter, quien impos en 1979 la visita al país de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Se sostiene que, tal fue el rencor que generó esta acción en la cúpula militar, que hasta llegaron a planear su asesinato.
Transcurridos estos años, otras voces comienzan a alzarse, pidiendo memoria completa: es el caso de la presentación que han hecho más de diez asociaciones civiles pidiendo que los crímenes cometidos por el ERP y Montoneros sean juzgados como crímenes de lesa humanidad, tal como lo establece el Estatuto de Roma.
En dicho sentido, en declaraciones en la FM 99.9, el abocado Ricardo Saint Jean señaló: «hay más de 10 organizaciones, más de 400 abogados y 700 personas físicas se adhirieron y lo siguen haciendo ahora después de que se hizo pública la denuncia». El objetivo final es que se ponga en relieve que no puede haber un tratamiento tan dispar para hechos tan similares: «La mayoría de las personas y asociaciones que firmamos esto, consideramos que los delitos de la década del ‘70, estaban prescriptos y fueron amnistiados por las leyes de punto final y obediencia debida. Después el presidente Menem indultó a los que no entraban en la ley que eran los comandantes y las cúpulas guerrilleras. Cuando asume Kirchner coloca una nueva mayoría en la Corte y por 5 a 3 saca diversos fallos donde dice que los delitos sólo cometidos por los agentes estatales son de lesa humanidad, imprescriptibles e imperdonables. Eso fue acatado sin disidencia por los jueces federales».
La presentación suma otros eventos judiciales como la causa «Rucci», en donde se pide que el crimen que sesgó la vida de José Rucci —y lanzó una tremenda respuesta impulsada por el propio Juan Domingo Perón—, sea considerado crimen de lesa humanidad y por tanto sus autores sean sometidos a juicio para que se les imponga el correspondiente castigo. En dicho sentido, las organizaciones citadas reclaman, en palabras de Saint Jean: «hace más de 10 años que están condenando a tenientes, subtenientes, suboficiales y por más que estamos de acuerdo que los delitos cometidos por el Estado son más graves que los cometidos por particulares, no se puede aceptar semejante asimetría. Tenemos a todos estos suboficiales jóvenes detenidos y condenados a cadena perpetua y las cúpulas de las organizaciones guerrilleras que pusieron 5.215 bombas, están amnistiados, indultados, perdonados, indemnizados y ahora dentro del gobierno».
En referencia a la organización terrorista Montoneros, hay un dato muy fuerte al que apunta Ricardo Saint Jean: el entrenamiento de dichos actores de la década del ‘70 en el Líbano. El actual secretario de Economía Social del Ministerio de Desarrollo Social, Emilio Pérsico «es uno de los que se entrenó allí y participó de las tropas especiales de infantería, así se llamaba la división que se entrenó, y también participa en uno de los crímenes más tremendos de esa contraofensiva que fue el asesinato del empresario Francisco Soldati y su chofer en la 9 de Julio. Esa contra ofensiva era para matar a los integrantes del equipo económico y algunos empresarios. Atentaron contra Juan Aleman, matan a un cabo primero de la Policía Federal, todos hechos atroces. Pérsico continuó su actividad a las órdenes de Perdía, dejaron las armas y se encargaron de liderar grupos de protesta como Barrios de Pie. En los años ‘90, Barrios de Pie marchó con banderas de Hezbollah contra la embajada de Israel apoyando los atentados con consignas antisemitas».
Un pasado que recurrentemente insiste en estar entre nosotros en pleno 2021.