
El universo se movió aceleradamente en las últimas 72 hs: el comité noruego decepcionó a Donald Trump para otorgarle el Premio Nobel de la Paz a María Corina Machado.
Recordemos que Machado es la líder opositora al infame régimen liderado por Nicolás Maduro e Venezuela. No alcanzó con las gestiones de Trump para poner fin al cautiverio de los rehenes de Hamas, aunque eso no opaca la enorme sensación de esperanza por la posible liberación de las personas que fueron secuestradas hace ya dos años. Las próximas horas en Israel serán históricas.
En cuanto a nuestro país, tanto periodistas, analistas, como «gente que sabe» auguraban un colapso de proporciones a días u horas de las elecciones nacionales, recitando el credo de cuantos dólares tenía el tesoro para enfrentar la corrida que presionaba a una nueva devaluación brusca en nuestro país. Pero, cuando ese escenario ya se anunciaba como inevitable, los tweets del secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent pasaron de dichos a los hechos.
Y los hechos, fueron demoledores: las ventas del Tesoro de EEUU que, según fuentes del mercado, rondaron los USD 100 millones, se concretaron a través de órdenes ejecutadas por JP Morgan, Santander y Citi. Y no difirió de ninguna otra operación cambiaria, la implementación del swap —y de cualquier otra medida de apoyo que surja de lo acordado en Washington— es otra historia, diferente y complementaria.
Horas después, se daba otro anuncio impactaba fuertemente: el creador de la inteligencia artificial Open AI junto al presidente Javier Milei y al asesor Demian Reidel, anunció la construcción de un Data Center de última generación, desarrollado junto a Sur Energy, capaz de albergar la próxima generación de computación de IA con una potencia proyectada de hasta 500 megavatios (MW).
Estructurado dentro del Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (Rigi), Stargate Argentina implicará una inversión estimada de hasta 25.000 millones de dólares, lo que lo posiciona como una de las mayores apuestas tecnológicas y energéticas en la historia del país.
Todo lo que viene sucediendo es parte de una ecuación global en la cual —obvio es— la Casa Blanca tiene mucho que ver. Por debajo de las formas —a veces, brutales— del presidente Donald Trump, un universo nuevo se está configurando a nivel global. En dicho universo, Argentina aparece con ventajas extraordinarias dadas sus capacidades en materia de talento humano, sus reservas en desarrollo mineral y estratégicas, como gas y petróleo.
Por caminos extraños del destino, la ventura tantas veces buscada y tantas veces negada de nuestra nación, está ahí no más, muy cerca de ser un formidable realidad.