Son la fuerza del odio. Como en un fenómeno recurrente, cargan sobre el otro su propia condición. Así quedo en claro en las palabras del jefe de Gabinete del gobierno provincial, Carlos Bianco. En declaraciones a una radio metropolitana, Bianco expresó: “No había escuchado las palabras de Santiago Cafiero pero estoy totalmente de acuerdo. La oposición dio un salto que ni siquiera el fascismo o el nazismo se animó a hacer en ningún momento, que es odiar al país, están tratando de instalar que Argentina es un país sin oportunidades”.
Esa palabras de Santiago Cafiero fueron “La Argentina no es ese país de mierda que nos quieren retratar”. Tras lo que agregó: “El destino para nuestras juventudes no puede ser Ezeiza”. Las respuestas han sido contundentes, por cierto. La lista de los que respondieron es extensa. En el parlamento, se destacaron Wolff, Ritondo y Fernando Iglesias.
Es de suponer que ni Bianco ni Cafiero han leído el decálogo de Joseph Goebbels, ministro de la propaganda nazi. No obstante, actúan como alumnos dilectos. Los 11 principios de la propaganda son un listado preciso sobre cómo actuar ante el adversario político. En la jerga, «el enemigo». En su punto tercero Goebbels señala: “Cargar sobre el adversario los propios errores o defectos, respondiendo el ataque con el ataque. Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan”.
Es obvio que hay un éxodo incipiente, y es obvio que hay medios que hacen de la partida de los connacionales un ejercicio cotidiano, exponiendo constantemente ejemplos que alientan la idea romántica de un lugar en el mundo que reúne lo que el argentino sueña y la realidad del país le niega.
Pero, a todo esto, el escenario que permite imaginar que irse es mejor que quedarse, no importa el costo, es la realidad. La realidad de la destrucción de la moneda, del deterioro de todas las variables y de la impudicia política de hacer cualquier cosa sin pagar costo alguno. El fallo de la jueza Capucheti, librando a los vacunados VIP de toda responsabilidad penal, es el dato del día.
La mejor respuesta a estos dichos llegó por la filosa verba del diputado Fernando Iglesias, quien le recordó a Santiago Cafiero: “estudien cuándo fue que entraron los nazis a nuestro país, Mengele, Priebke y Eichmann. Militar el exilio, fue lo que hicieron ustedes cuando se tuvieron que exiliar el ‘Beto’ Brandoni, Mercedes Sosa, Héctor Alterio, en 1975, con el gobierno de la Triple A de la cual su abuelito era ministro”.
La capacidad del peronismo en sus variantes para acorralar a la oposición con un discurso auto victimizante parece haber llegado a su fin. Se tendrán que hacer cargo de su presente. El odio como material político para acorralar al otro, ya no rinde.