Una pandemia global, un drama local
La pandemia es un hecho. El virus existe. Negarlo es dramático para quienes así lo manifiestan y en consecuencia actúan. En ese escenario, las medidas impulsadas por el gobierno de encerrar a los argentinos es consecuencia de otra pandemia: la absoluta incapacidad de los mismos, que tiene un corte ideológico alejado de la realidad a extremos propios de una secta y, como tal, encerrado en sí mismo.