Un cambio de ritmo

La detención de Ricardo Jaime es quizá uno de los momentos más ansiados por el argentino promedio, harto de escuchar hablar de corrupción y de ver informes especiales en los medios, rebosantes de información que, a pesar de ello, en nada parecen colaborar en el accionar de la justicia. La determinación del juez Martínez de Giorgi de detener a Jaime y a Manuel Vázquez, testaferro y su asesor en las negociaciones con España y Portugal para la compra de material ferroviario de descarte, ha provocado una especie de alivio y satisfacción general, y en particular la de la diputada Elisa…