En la cruz
Es como un retroceso en el tiempo, un viaje alucinante a lo peor de la conducta humana. No son los campos de Hitler, o los de Pol Pot en Cambodia. Es hoy, y ocurre en Siria, perpetrado por aquellos a los que una mentalidad extraviada como la del Tea Party en los Estados Unidos pretendió dar patente de “freedom fighters” (luchadores por la libertad). Estos sujetos hacen hoy extrañar al régimen, por cierto impiadoso con sus oponentes, de la familia Al-Assad.