Plantando problemas a futuro

Es un dato objetivo que el actual gobierno se va en diciembre. Lo que no se va, es la estructura política que, bajo diversos ropajes, se presenta ante la sociedad argentina como «el peronismo». Se trata de un manto muy amplio que puede cubrir a un burgués enriquecido como Daniel Scioli, a los originados en la izquierda Emilio Pérsico y Fernando Navarro, y hasta a los grupos que, originados en el piqueterismo, ahora se encolumnan detrás del FdT.

Asumido el hecho de que serán derrotados por el inexorable peso de los hechos, que incluyen la pulverización del peso y el desmadre de todas las variables económicas, el plantar situaciones a futuro para traccionar políticamente en contra del gobierno que se viene es un dato cotidiano de la realidad.

Prueba de ello, es el acta-acuerdo entre la provincia de Tierra del Fuego y una empresa china para la construcción de un puerto en la ciudad de Río Gallegos. La propuesta —que venía siendo citada especulativamente— quedó definitivamente expuesta ante la revelación por parte del gobernador Gustavo Melella de la existencia de un memorando de acuerdo, el cual fue enviado a la legislatura provincial escrito tanto en español como en chino.

No es un tema baladí, y ya da para polémica. La general Laura Richardson, jefa del Comando Sur de los Estados Unidos, en referencia a la base satelital ubicada en Neuquén dijo, en una entrevista para Infobae:

«Yo lo veo así: son instalaciones de un gobierno autoritario, que no deja que los argentinos accedan a ellas, excepto si van de visita. ¿En qué andan?». Agregó: «Ellos no tienen las mismas preocupaciones que nosotros en términos de libertad y de un hemisferio occidental libre, seguro y próspero. Me preocupa. Y está manejado por una empresa del Estado y del Ejército Popular de China. ¿Para qué están usando eso?».

A esto se suma esta nueva situación, en donde China tendría un puerto a pasos de la Antártida. El Tratado Antártico, signado en Washington en 1961 y cuya Secretaría Permanente se estableció en Buenos Aires desde 2004, podría fenecer, a pedido de cualquiera de sus signatarios, en 2048. El avance del gobierno de la provincia insular planta una bomba política de gravedad de cara a la gestión del próximo gobierno nacional.

En un largo hilo de Twitter, Miguel Ángel Pichetto señaló: «Ante la posibilidad de construcción de un puerto en Tierra del Fuego favorable a intereses chinos y de ciertos empresarios argentinos, es preocupante la ligereza con la que el gobernador Melella maneja el asunto y el aval del gobierno nacional». Continúa: «La construcción de este puerto nos introduce en un grave conflicto geopolítico y afecta nuestros intereses nacionales, no podemos permitir que la avaricia de empresarios privilegiados en Tierra del Fuego nos lleve a un escenario de complejidad en el Atlántico Sur».

Pero esto no es lo único: la decisión de transferirle a ENARSA el manejo de las centrales hidroeléctricas patagónicas es otro caso que debe ser cruzado legalmente, de ser necesario, para impedir a futuro falsas controversias travestidas de acciones en defensa de la patria.