Atribuido a los chinos o a los árabes, el proverbio que señala “ten cuidado con tus deseos porque se pueden cumplir” tiene en estos días particular vigor entre nosotros, lo que quedó palmariamente expuesto en la entrevista que le realizó Luis Novaresio en Infobae a la expresidente Cristina Fernández viuda de Kirchner.
Novaresio había señalado una y otra vez su fervoroso deseo de entrevistar a la exmandataria, y finalmente el deseo se convirtió en realidad. Claro que una realidad de la que no salió bien parado, a juzgar por los denuestos en contra de su persona en las redes y en menor medida entre sus colegas: una franja de los medios lo va a proteger, o al menos lo va a intentar.
Es obvio que el resultado de esta entrevista que ha sido planteada más bien como una pulseada, queda expuesto en cómo festejó el universo que avala a la exPresidente. Cristina salió airosa en sus propios términos: no respondió lo central, rehuyó por completo siquiera un atisbo de autocrítica, y sólo dejó frases para consumo inmediato en las redes y medios afines.
Tan alta estuvo la confianza de la exmandataria, que al finalizar el extenso momento -seguido más en las redes que en la transmisión original por INFOBAE TV-, dobló la apuesta y desafió: “ahora quisiera que Macri se someta a un reportaje con Víctor Hugo y Navarro como éste al que me sometí yo”. Sólo alguien que crea su propia realidad puede hacer tremenda afirmación de una entrevista en la que no hubo repregunta ni se volcó elemento alguno de contraste que diera un mentís rotundo a sus afirmaciones temerarias, que las hubo a manos llenas.
Nada será diferente de aquí a la elección de octubre. El reportaje en cuestión no hará historia, y morirá en la comidilla de las próximas horas. En sí, lo que ocurrió es que el entrevistador se tiró de un ambicioso trampolín y sucumbió en el océano de su propio ego, entre el desborde por la responsabilidad y la necesidad de estar a la altura de tan novedoso momento.
El otro caso fenomenal de deseos que al cumplirse son un tiro en el pie tiene por protagonista a Fernando Jones Huala, hermano del sometido a proceso de extradición Facundo Jones Huala. Con alto perfil mediático en el rol de líder mapuche que lucha contra “el huinca”, daba entrevistas a diestra y siniestra sobre la maldad del blanco y el oprobio de su pueblo, hasta que el pasado, que siempre acecha, lo etiquetó de un modo inevitable: TN central reveló su paso por el movimiento flogger, tribu urbana de breve vida que marcaba una impronta menor y un tanto oscura del devenir adolescente en Buenos Aires.
La revelación explotó en los medios y en las redes, dejando en la superficie que la rebelión mapuche es claramente un acting que busca objetivos económicos detrás de una queja que elige la violencia como método de acción. La presión sobre los campos de Luciano Benetton montan un escenario de reclamos que incluyeron citar como sagrada extensiones de tierra que son propiedad de un ciudadano extranjero, es cierto, pero que conforme a la ley argentina, derivada de la Constitución Nacional, son parte de la Nación argentina, único territorio legalmente sagrado al que todos los argentinos pertenecemos y nos debemos.