La presidenta Cristina Fernández manifestó ante la Asamblea de Naciones Unidas haber sido amenazada por el grupo islamista extremo ISIS. En estas horas se conocieron detalles que no deberían ser subestimados.
El diario La Nación reveló que el “Estado Islámico del Sur” amenazó de muerte, en tres correos electrónicos, a la Presidenta, al jefe de la Policía Federal, comisario general Román Di Santo, y a varios periodistas de ese diario.
El primer envío expresaba: “En la Argentina habitamos muchos musulmanes nacidos en este país infiel. La Guerra Santa la haremos también aquí. Atención Cristina, vos sos un objetivo, lo mismo que Román Di Santo y varios periodistas del diario lanacion.com.ar (sic) por agrandar la popularidad del hombre más poderoso de los cristianos… Estamos en disposición de morir y llegar a ser mártires por Alláh y extender el poder por todo el mundo, el nuevo Estado Islámico”, cita La Nación.
El segundo correo, dirigido a 911@gba.gob.ar, llegó al día siguiente. En pocas líneas, el “Estado Islámico del Sur” se atribuyó el “atentado terrorista ocurrido en Chile” y vuelven a remarcar que “los infieles deben morir o negociar y someterse”. El tercer mail tiene fecha 9 de este mes. Desde el correo islamicar@mailtor.net, vuelven a amenazar con realizar un “genocidio”. “¡Idiotas! Hace más de 15 días enviamos un correo advirtiendo de los ataques terroristas que tenemos planeados para la Argentina, indicamos que hablamos poco pero que actuamos con prisa. Nos acreditamos el atentado en Chile, es sólo el comienzo… Si no quieren un genocidio en su país, negocien, infieles. La Guerra Santa se aproxima, y la sangre que será derramada son el éxito del islamismo a nivel mundial”.
Ignorar esta clase de señales y alertas llevaron a la Argentina a sufrir los atentados en la Embajada de Israel, el de la AMIA y hoy, en un escenario difícil, a tener que asumir que quizá la muerte del hijo del ex presidente Carlos Menem, Carlos Menem junior, haya constituido el tercer atentado.
Lo que está ocurriendo no puede ser tomado de manera baladí. En tanto en países como Arabia Saudita no se puede construir iglesias, en nuestro país, las mezquitas comienzan a proliferar. En nuestra ciudad, distintos medios lo han celebrado como un acontecimiento, lo cual ha conducido a extensas entrevistas al Sheij Kamel Gómez, quien recientemente en web Islam señalaba: “Sin duda, el Islam en la Argentina sigue siendo todavía un Islam árabe, donde sus principales dirigentes lo son, o se han arabizado. No hay dudas. Pero también es cierto que cada vez más hay musulmanes argentinos. Aunque bien agradecidos estamos del esfuerzo de nuestros inmigrantes al traer a nuestras tierras la hermosa tradición islámica, consideramos como un modelo acabado lo árabe vinculado al Islam. Es evidente que la cantidad de practicantes que se suman al Islam no son árabes, y si bien muchos se confunden tomando matices extranjeros, la idea de un Islam autóctono crece y se desarrolla. Somos varios los que queremos musulmanes desde América Latina. En Europa se nota hace tiempo que tienen ciertas características propias también. Es cuestión de tiempo”. Léase: hay un propósito, un objetivo cierto.
Kamel Gómez es un chiíta formado en Irán. En el mismo reportaje señala: “He tenido el placer de estar en Irán, país al que espero Dios me permita regresar nuevamente. Mi paso fue por poco tiempo, pero lo suficiente para identificarme con su pueblo digno, lleno de fuerza y amor. Viajar desde la Argentina a Irán es un problema, porque el sionismo acá tiene mucha fuerza”.
El mundo está globalizado en todos los sentidos posibles, y el foco de atención puede estar en la otra cuadra de nuestro hogar.