De pico y sin resto. Agitaron los medios digitales y el multi con promesas de dar batalla en las PASO para destruir al gobierno comunal. Bueno, más específicamente al intendente Arroyo. Pero resulta que ni siquiera pudieron presentar lista para competir. La reunión de Mauricio Loria con Federico Salvai la semana pasada en La Plata cerró el tema: amplitud para armar la lista, a cambio de lista única. Fin de la historia. Otra derrota que suman el multi, la mafia digital y el arcabucero a chispa Marcelo Pasetti, que había prometido a su patrón, el anciano aldeano de Lugo, que la entente de frustrados liderada por Víctor Daniel Katz Jora demolería al dúo Arroyo/Baragiola.
Mala onda. La que hay en el PRO entre el grupo que lidera Juan Aicega y el de Gustavo Blanco. Blanco, que aprende a los tropezones, armó un espacio propio que presentó en el Hotel Dorá, y avanzó en críticas sobre el propio Aicega y también sobre el titular del EMDER, Guillermo Volponi, aunque sin dar nombres propios. No esta, pero la interna del PRO de cara al 2019 será de ver, porque como vienen hasta aquí, los muchachos no están dispuestos a reprimir “halagos”.
Duro y valiente. Esa es la definición que le cabe exactamente al fallo de la jueza Jorgelina Camadro sobre los padres de Yésica Parra, Gustavo Fabián Parra y su esposa Sandra Elisabeth Ponzo. Camadro podría haberse evitado el ukase por los factores emocionales en juego, pero eligió el imperio de la ley, por antipático que colectivamente resulte. Camadro indicó en su fallo que imponía las condenas sabiendo que hay un escenario social conducente al perdón y el consenso por acciones que, basadas en el dolor de la pérdida de una hija, habilitarían a admitir cualquier conducta, por gravosa que sea.
Hundidos. Si hay decisión jurídica, el hundimiento del barco El Repunte debería abrir el escenario para investigar la relación entre el empresario Luis Caputo y el SIMAPE. Pablo Trueba, que no dudó en empujar a los dolientes contra Prefectura y el municipio, y clausuró la operatoria del puerto en señal de duelo, habría sido en realidad quien avaló que la embarcación recientemente naufragada se hiciera la mar luego de tres años en dársena, y con reparaciones y modificaciones que no serían las apropiadas para pasar de pesca de merluza a otras especies.