Restañando heridas. Fue en el marco del encuentro realizado en Manantiales que se dieron la mano luego de años de diferencias irreconciliables, el ministro de la Corte Eduardo Julio Pettigiani y el juez Pedro Horacio Hooft. El apretón de diestras entre ambos y la conversación que dio para largos minutos llamó la atención a más de uno de los presentes en estas exitosas jornadas organizadas por el presidente del Colegio de Magistrados, Rodrigo Cataldo. Quizá un saldo inesperado de un encuentro que busca poner la autarquía judicial sobre la mesa de debate del poder. Dicen que el tiempo todo lo cura, y aquí pareció funcionar.
Debate y expectativas. Las mesas de debate dieron pie a posiciones cercanas de ministros de la Corte, jueces de grado o camaristas, anche el procurador de la Provincia. Precisamente, el procurador general bonaerense, Julio Conte Grand, expuso sobre filosofía jurídica haciendo en dos ocasiones un reconocimiento explícito al conocimiento al respecto de Pedro Federico Hooft, presente en las jornadas. Fue una mención que, obvio es, dio pie a una lectura política.
Satisfacción. El equipo de gobierno comunal se mostró satisfecho, al concluir el tercer meteoro intenso, por el trabajo realizado: se armaron dos centros de contención, lo que permitió llevar tranquilidad a 41 marplatenses afectados severamente por el temporal. La respuesta anticipada al fenómeno meteorológico posibilitó resolver los inconvenientes más serios y estar en los lugares que hacía falta, junto a los vecinos. En seis meses han caído 901 milímetros de lluvia, un patrón inusual para Mar del Plata.
Poco eficiente. Según expuso Emilio Sucar Grau en la 99.9, el municipio está infraccionando a aquellos que hacen pegatinas en lugares no habilitados a tal efecto, tal como ha ocurrido en estas PASO. Lo que es inquietante es que las sanciones corren por cuenta de la justicia electoral, y en rigor, no hay mucho que se pueda esperar al respecto. Tema para seguir: la ciudad es un asco, literalmente, con frentes pintarrajeados, cartelería superpuesta… Un cambio sería absolutamente imprescindible.
Si de cambio se trata… Los distintos sectores económicos se quejan del nivel de presión impositiva que se sufre en la provincia de Buenos Aires. La gobernadora Vidal ha señalado recientemente que se debe empezar por el ajuste en los gastos de la política, lo cual sería más que apropiado. Y se debería comenzar por el BAPRO, o más concretamente, por los asesores de directorio del mismo, que son resorte exclusivo del presidente Juan Curuchet. Originario de la UCD, Curuchet ha nombrado 130 asesores con contratos que superan ampliamente los 100.000 pesos. Ajustar, sí hay que ajustar.