De gastos y ahorros I. La declamación sobre el ahorro en el gasto público parece tener, como tantas otras cosas, doble rasero: el caso destapado por la caja de jubilaciones del BAPRO cae en esa regla. Según se conoció esta semana, los gastos en asesores de Juan Curuchet, presidente del banco público provincial, no tienen explicación lógica en materia de ahorro de gasto, y menos aún en necesidad operativa. A los casos ya conocidos se suma ahora el de Jorge Allen, ex director del BBVA Banco Francés y ex jugador de Los Pumas, que estuvo a punto de ser designado gerente general de la entidad, violando la carrera bancaria, lo que generó el inmediato rechazo de los trabajadores, que lograron parar ese nombramiento, pero nada pudieron hacer para evitar que sea contratado como asesor de manera directa por unos 234.000 pesos mensuales. Claro que no es el único ni el más barato: Ian Tait le cuesta al Estado provincial 2.076.000 pesos anuales, aunque nadie en el BAPRO puede explicar con claridad cuál es la función de este ex director del Citibank que como el resto fue contratado de forma directa. Más abajo se ubican Hernán Stella, ex vocero del intendente de Lanús Néstor Grindetti, quien desde la Gerencia de Comunicaciones Corporativas digita pautas millonarias hacia medios y periodistas amigos, tarea por la cual percibe 166.000 pesos al mes, es decir 1.992.000 pesos anuales. Ni hablar de los cientos de contratados que nadie sabe a qué se dedican particularmente en la Casa Central del banco, y que Curuchet ha nombrado por cientos.
De gastos y ahorros II. En tanto la gobernadora Vidal y su exclusivo colaborador Federico Salvai ya no pueden recibir en las oficinas de la Gobernación, lo hacen en instalaciones de la Casa de la Provincia en Capital Federal. Justamente hasta allí llegó la pasada semana el senador ex kirchnerista Juan Manuel Abal Medina para una reunión política fuera de agenda. Muchas miradas en torno a las confusas líneas que rodean cada día más a una Vidal que no casualmente el economista José Luis Espert llama “la Evita amarilla”. En ese escenario, llama la atención la contratación de Mariano Mendilaharzu, abogado de Alejandro Burzaco (hermano de Eugenio Burzaco, secretario de Seguridad), detenido por el escándalo de las coimas en la FIFA. Mendilaharzu, con un contrato por 1.452.000 pesos anuales, representó al jefe de de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires Rodríguez Larreta en una causa penal ya fenecida.
Tribunalicias. Se conoció finalmente el resultado del concurso realizado en el Consejo de la Magistratura para cubrir el cargo de juez federal hoy vacante en la ciudad. Quedaron fuera de juego la secretaria del TOF Magdalena Funes, el fiscal Nicolás Czizik y el fiscal provincial Javier Pizzo, quien, quizá llevado por un presentimiento, había renunciado antes de conocerse el resultado de las pruebas. Otro que quedó lejos, muy lejos, fue el funcionario judicial ante el CATI Javier Pettigiani. El interrogante: todos estos funcionarios, que deciden sobre la honra, el patrimonio y la vida de las personas, que quedaron en todos los casos debajo del umbral de cincuenta puntos en la puja, ¿seguirán en sus cargos?, ¿honran la función como se debe? La justicia debería estar en cabeza de los mejores, y los resultados revelan un escenario de mediocridad funcional que representa un riesgo inmenso para el justiciable.