Silencio, Florencio los mira. La prensa canalla de la ciudad calló el segundo acto –que no será el último- de la puesta en valor del poder político local, al proseguir con el retiro de carteles del espacio cultural Estación Terminal Sur en la mañana del jueves 19, en un operativo que dirigió en persona el intendente Carlos Fernando Arroyo. La cobertura de este medio, en sinergia con la 99.9, dio un salto en la respuesta promedio del lector/oyente, exponiendo el alto interés de la comunidad en el tema, que celebra que la vertical respecto de quien ejerce el poder en la ciudad esté en un camino probo. La respuesta del multialdrey fue cargar una vez más sobre la persona del intendente maliciosamente, con títulos que pretenden imponer una situación crítica del ciudadano promedio por los inminentes aumentos en las tasas comunales, como el remate de propiedades por impuestos impagos y tragedias por el estilo. La mendacidad está al orden del día. Silencio y mentiras, la fórmula de la mafia digital.
Pagar lo que hay que pagar. El secretario de Hacienda Hernán Mourelle manifestó que lo que no se puede recaudar por exenciones a ciertos sectores favorecidos, perjudica notablemente a los pequeños y medianos comerciantes de la ciudad, que entonces no podrán verse beneficiados por una baja sensible en sus tributos. Un ejemplo: por la concesión de tres playas céntricas y el área del playón de Las Toscas, el anciano aldeano de Lugo paga en concepto de cánon cien mil pesos por año. O algo así como doscientos setenta y cinco pesos por día. Igual monto paga por la concesión de la Estación Terminal Sur. ¿Ventajoso, no?
Allanamiento. Ocurrió en el área portuaria de la Terminal 2: personal de Policía Federal allanó las oficinas de Pesca de la Nación. Si bien no hay información oficial, se entiende que es por la causa elevada a consideración de la fiscalía federal de Nicolás Czizik. La denuncia duerme en un cajón hace ya más de un año, y fue presentada por el exjefe del distrito Puerto de Mar del Plata, Juan Carlos Nicolau, e involucra esencialmente a Sergio Salomón, jefe de inspectores de pesca, como titular de un importante patrimonio a ser investigado. La movida se da en el momento en que el titular de la Asociación Antidrogas de la República Argentina, Claudio Izaguirre, subraya la inacción de la justicia federal en materia de drogas en Mar del Plata.
Lex dura lex. En días nomás, el juez Jorge Ferro se jubila y deja el servicio de justicia federal en Mar del Plata. El inminente exmagistrado -conocido en el ámbito portuense como “el doctor Margarina” y en el ámbito tribunalicio como “Calígula”- la tiene complicada: si bien el retiro lo aleja del juicio político y le permite tener la espléndida jubilación de magistrado con más de treinta años en el cargo, la causa que lo vincula a Alejandro Ferrarello tendrá nuevo juez, y se ha designado cámara federal para atenderla en la persona del juez Alfredo López y el camarista Leopoldo Bruglia. Faltaría designar un tercer camarista y juez de primera instancia, ya que el juez “Manitas” Inchausti está excusado. Será de ver.