Fin de año entre sentencias y elevaciones a juicio. Finalmente, la causa que por estafas reiteradas se le ha seguido a María Melina Evaristo y Paula María Bahlcke concluyó en condena con cuatro años y medio de prisión en inhabilitación para ejercer la profesión de abogada por igual termino para la primera de las citadas y tres años y seis meses para la segunda, con igual inhabilitación especial. Es cuando menos curioso si se advierte el numero de hechos de estafa perpetrados por ambas, que podría hasta llevar a pensar en levedad penal, máxime si se tiene en cuenta que estas sentencias serán apeladas y el sistema legal, con sus tiempos, puede llegar a convertirlas en algo virtual. Otra novedad en tribunales es que el juez Marcelo Madina salió de su modorra y elevó a juicio —en fecha a ser fijada en 2019— la investigación penal preparatoria que la fiscalía 10 instruyó en contra del ex intendente Gustavo Arnaldo Pulti. El decisorio —que de por sí ya le alivia bastante la carga criminosa—, es no obstante un dato central de la política lugareña.
De enojos y reuniones. La partida del intendente Carlos Fernando Arroyo del acto presentación de la playa del verano habilitó también la partida del lugar de los socios de Cambiemos, que aprovecharon la situación para hacer ver que el destrato del hada triste de Morón es motivo de disgusto político. Lo mejor vino luego, cuando a partir de una comunicación entre Arroyo y Baragiola, se dio un encuentro en el despacho del Intendente que habilitó el primer espacio de diálogo político en meses. Se hicieron presentes en el encuentro Guillermo Arroyo, Alejandro Carrancio, Balut Arenas, Vilma Baragiola, Ariel Ciano, Daniel Rodríguez, Santiago Bonifatti, Angélica González, Guillermo Volponi, Cristina Coria, Claudia Rodríguez y Mercedes Morro. Balut Arenas es presidente del cuerpo por licencia del presidente Guillermo Sáenz Saralegui. Si Saralegui hubiera estado, la reunión no habría sido nada agradable por cierto. Hubo de todo como en botica, aunque predominó la idea de acercar posiciones.
La reunión. El momento mas ríspido se dio entre el edil Ariel Ciano, —hijo del Harvey Weinsten local, el “cholo” de Mar del Plata— y el propio intendente. Ciano quiso apurar al hombre del piloto en tono alzado, señalando que la ciudad es un desastre y que la culpa la tiene el propio Arroyo; para recibir por respuesta la amonestación de la herencia recibida y del permanente acting de oposición y obstrucción del que el propio Ciano es parte. Lo risueño llegó cuando Ciano apuntó que él se está preparando para ser el intendente y ocupar el mismo sillón que hoy tiene por inquilino al líder de Agrupación Atlántica. Allí, ante esta admisión de ambiciones, Arroyo le señaló a Ciano que jamás será intendente, ya que nunca los marplatenses lo van a votar. La mesa estaba servida.
La reunión II. Los testigos de la reunión ponderan el tono conciliador del concejal de Unidad ciudadana Daniel Rodríguez, quien dijo respetar a Arroyo, negó ser golpista pese a lo que se diga de él, y señaló que su objetivo es acompañar el mandato y si la ciudadanía lo elige para otro término así sea; lejos de sus habituales tertulias y avances públicos en las páginas web de la manzana de las sombras. Lo más firme, el compromiso de reunirse de modo más habitual y el acuerdo en estar más en contacto diario, en particular entre Vilma Baragiola y Carlos Fernando Arroyo.