De cambios e indiferencia. Uno de los cambios que impulsa la administración del hombre del piloto está dada por la construcción de caniles para ampliar los que debe disponer zoonosis. El objetivo es mejorar la actividad que tiene que ver con los perros sin atención que deambulan por todo el partido de General Pueyrredón formando jauría y atacando humanos o a animales, con lo que ello implica. La indiferencia de décadas ante este tema está en camino de tener solución por un convenio entre el concesionario de Playa Grande Mar Azul y la comuna. El tema es controversial de por sí, y hay —es obvio— una movida que vincula a la Defensoría del Pueblo y los intereses de los que controvierten con Mar Azul por el acuerdo transaccional con la Municipalidad que implicaría reconvertir una sección del área de estacionamiento en espacios gastronómicos.
De cambios e indiferencia dos II. Lo que es a todas luces un escenario de cambio probo está siendo transformado en un rocambolesco entuerto en el que juega muy fuerte el Defensor del Pueblo Fernando Rizzi, habitué de BRUTO, quien —cuando menos— debió excusarse ante la presentación que urge al Intendente a detener las obras ya iniciadas. También se mezcla en esta movida la articulación con grupos ideológicos ligados al ex militante de montoneros e integrante de la Defensoría del Pueblo Daniel Barragán. En una convocatoria que, cuando menos, llama la atención, desde el Concejo Deliberante se convoca a los medios a cubrir la movida de alumnos y padres de la escuela agraria, aduciendo ligeramente a una supuesta violación de la ley de medio ambiente provincial. Un pastiche ante el cual el ejecutivo no tiene campeón defensor.
De cambios e indiferencia III. Es increíble ver cuántos se adhieren a esta blitz que, aduciendo intereses ambientales y preocupación por el bien común, en verdad busca hacer caer el acuerdo entre la Comuna y Mar Azul, y terminan siendo funcionales a la presión que se ejerce por parte de quienes se sienten dueños de Playa Grande. Si, como efectivamente ha expresado públicamente el abogado Osvaldo Vespa, habrá denuncia penal, los cruces de teléfonos y mensajes de Whatsapp harán arder la comidilla lugareña. Nadie defiende la posición del ejecutivo. Funcionarios competentes dicen que nada tuvieron que ver con el acuerdo. Zoonosis no sabe, no contesta. La respuesta es un lacónico: “es un tema político, no tenemos nada que decir”. En fin. Indiferencia ante los cambios, indiferencia ante el bien común.
En campaña. Estuvo en Mar del Plata el Ministro de Seguridad provincial Cristian Ritondo, quien dio clase de don de gentes. Su estadía se debió a la puesta en marcha de un nuevo esquema para la seguridad rural de largo reclamo por los vecinos y dirigentes del área rural de General Pueyrredón. Todo el periplo lo llevó adelante con el intendente Carlos Fernando Arroyo como corresponde y, finalizada la parte institucional, se dedicó a la política: recorrió la calle Güemes con Guillermo Montenegro y compartieron un café en la vereda de Avellaneda y Güemes en GRIDER entre pedidos de selfie y mensajes de apoyo de los paseantes. En fin, lejos de la actitud de otros integrantes del elenco provincial que, como en el caso de Fabián Perechodnik, no se han evitado actitudes de descortesía personal y grosería política.