Malas lenguas 1175

Falacias I. Una falacia es el uso de perros en el caso del asesinato de Claudia Repetto a manos de su ex pareja Ricardo Rodríguez. Los caninos empleados no están entrenados en buscar rastros. Eso llevó a que, insistentemente, Noelia Agüero, la abogada de la familia, pidiera sin que se le prestara atención traer la brigada canina de Santa Fé, de probada eficiencia. El fracaso de los perros que se usaron, que fallaron en hallar los restos de Repetto a metros del lugar en el que Rodríguez arrojó la pala, se explica porque su entrenamiento no es el que se requería para ese tipo de búsqueda. Expertos consultados por este medio ejemplificaron con el caso de Santiago Maldonado: los perros de la brigada canina K9 de bomberos voluntarios de la República Argentina hallaron el cuerpo de Maldonado bajo el agua. Entre otras habilidades, están entrenados para detectar el dióxido de carbono bajo el agua.

Falacias II. Falacias esconde el caso conocido como “mega estafa al ANSES” va por el mismo camino que el de tantas causas procuradas por el Juez Santiago Inchausti: quedar envuelta en un escándalo por las irregularidades cometidas en el proceso. El magistrado sigue actuando como siempre, preñado de caprichos ajenos a la buena práctica del derecho y los procedimientos debidos. Un caso clave es el encartamiento del abogado Héctor Seri. En su idea de cómo debieron ser las cosas, la fiscalía interviniente y el juez salieron a la caza de un funcionario de ANSES que cerrara el círculo del crimen. La Capital, el house organ de los casos que procura el magistrado, publicaba: “El juez federal Santiago Inchausti y el fiscal Nicolás Czizik aceptaron que dos médicos que estaban imputados y procesados en el marco de la ‘Megacausa Anses’ quedaron bajo el marco de la ley del arrepentido (Ley 27304) por la importante información que estaban dispuestos a aportar”. Uno de esos médicos es el actor que llevo a la detención de Seri.

Falacias III. El médico en cuestión aportó, como arrepentido, información en la que asevera que Héctor Seri le entregó en mano una carpeta a Luis Balbuena en una tendida gastronómica que compartían. El médico de marras fue por años integrante de la Comisión médica 12 hasta que fue cesado en la misma. De ahí en más, fue un colaborador permanente de Balbuena y algo así como su corre ve y dile. Vive muy bien en una casa de algo más de 500 metros cubiertos y posee un vehículo importado 0km. Casado con una ciudadana paraguaya a la que pudo conseguirle una jubilación de alto monto, aún no fue investigado hasta el presente.

Falacia IV. Héctor Seri estaba de vacaciones en Brasil, no profugado. Al llegar a Ezeiza, se presentó ante la PSA pidiendo ponerse a derecho. No fue “capturado” como dice la ficción oficial. Es curioso cuando menos que el juez, para justificar su accionar, haya tomado la palabra del médico en cuestión sin constatar los hechos. Por caso, le adjudicó a un dinero el carácter de fondos provenientes del ilícito (por la estafa al ANSES) eligiendo ignorar la comprobada legitimación del monto, ya que está demostrado que éste provino de un cobro especial que recibió Seri al jubilarse de Anses. No sería la primera vez que los grandes títulos en los medios terminen en fallos absolutorios. Tal como se ha dicho: “La absolución del culpable es la condena del juez.” (Publio Siro)