Conventillo curulezco (sic). Es un papelón absoluto el episodio en el que el concejal Nicolás Lauría denunció que la radical Cristina Coria se apropió de un proyecto de su autoría. Obvio, no se trata de la formula de la nueva vacuna para el Covid-19, sino algo mucho más pedestre. Lauría, emocionalmente afectado, llegó a señalar que tuvo la tentación de llamar al 911. Tal ataque de ira se dio porque la concejal presentó como suyo un proyecto que el longlíneo colega se atribuye de habilitar decks para que el sector gastronómico pueda ampliar su área de negocios. Lauría fue claro: conceptualizó que la actitud de Coria es antiética, extraña, y que nunca aceptaría que se unan ambos proyectos, por entender que no corresponde. El silencio de Coria hace suponer que, como dice el dicho, el que calla otorga.
Lejos de la media cómplice I. Es un hecho que elige ignorar el grupo de Whatsapp en el frasco de mermelada que dirige el coordinador de gabinete de Monteoscuro que hay en Mar del Plata situaciones muy, muy oscuras. Este relato en primera persona es de un medico de la ciudad que presta servicio en un sistema de emergencias: “La situación caótica que mis compañeros han vivido en el día de ayer, con un paciente dentro de la ambulancia con patología de base, pero con dificultad ventilatoria, que a la actualidad se considera por epidemiología Covid hasta que se descarte por hisopado, desde las 14 horas hasta algo mas allá de la 20 horas”. Para que lo podamos entender: la ambulancia recogió una persona que es abonada a un servicio privado, y comenzó a peregrinar por las clínicas de la ciudad sin que le den atención ni lugar durante más de seis horas.
Lejos de la media cómplice II. El mismo profesional nos ilustra: “el desprecio que día a día un profesional médico de un servicio de emergencias vive por parte de colegas de los Servicios de Guardia de Clínicas Privadas (Colón, Pueyrredón, 25 de Mayo, Avenida, Mitre, Hospital Español) como así también el HIGA. Debiendo decir que, por suerte, hay amabilidad en Clínica de la Madre y el Niño, HPC es HIEMI. A la actualidad el HIGA está dividido en área Covid (ala vieja del Hospital) que tiene médico sólo de 8 a 20 hs por la zona de guardia sólo se dispone de una zona Covid en la entrada Shock Room Rojo donde ingresan pacientes Covid en extrema gravedad (UTI ) pero con el agravante que sólo se puede evaluar a un paciente por vez, al cual a su ingreso hasta que no se le realiza hisopado, Rx de tórax y TAC, no se lo envía hacia otra área; por lo que si hay varios esperando, quedan dentro de las ambulancias a la espera de su atención, con el peligro de muerte del paciente como así también la posibilidad de contagio del personal de salud. El Hospital Modular, si no lo recibe el HIGA y lo evalúa, no lo hace, ya que así se dispuso”. Este testimonio claramente habla de la falta de un accionar coordinado entre efectores de salud, con el obvio resultado anárquico, que la paga el padeciente.
Y hablando de “te estoy cuidando”. El desquicio de la inseguridad va a terminar en Mar del Plata en un aquelarre en cualquier momento. Motoqueros que persiguen a ladrones de motos, y motochorros a su aire por todos los barrios. Un hecho no citado ocurrió en el CAPS del barrio Belgrano: un pediatra, que llegaba a tomar servicio, fue asaltado por estos criminales motorizados que lo atacaron a tiros hasta quitarle la moto y arrebatar un bolso que portaba con instrumental médico propio. Un desquicio que pudo terminar en tragedia. “Te estoy cuidando”, mientras tanto, andaba por otros lados, persiguiendo la nada misma.