De deberes y retrocesos. Ante la fuerte presión social por la falta de taxis en el horario nocturno y durante los fines de semana, la administración municipal apeló a un reglamento de la década de los ‘70s buscando impulsar el cumplimiento del servicio, para lo cual contó con el apoyo de distintas organizaciones de propietarios de taxis. De inmediato se inició el debate. En sus declaraciones a la FM 99.9, el secretario del Sindicato de Taxis, Miguel Rodríguez, fue claro: «los titulares se comieron juicios y no quieren saber nada». Eso no fue todo, un nuevo actor surgió desde una cadena difundida por WhatsApp: los taxistas que nos se encuentran contenidos en ninguna de las organizaciones ni patronales ni gremiales, quienes fueron al COM a protestar y luego de notificarse que Guillermo Montenegro no estaba en el lugar, marcharon hasta Luro e Hipólito Irigoyen. Caos retroceso: la medida, que es legal, ni aplica, ni va ser controlada.
Controles y resultados. La municipalidad volvió a los controles y, la máxima citada por Perón de «el hombre es bueno, pero si se lo controla, mejor», se empieza a cumplir. En la noche de Año Nuevo bajaron notablemente los casos de alcoholemia punitiva. El parte oficial menciona: «El Municipio, desde el área de Tránsito, informa que en Mar del Plata se realizaron 110 mediciones por alcoholemia. De acuerdo a los resultados obtenidos, se secuestraron 14 vehículos y una moto por ser positiva punitiva. La graduación más alta fue de 2.14 g/l. Además, se labraron un total de 20 actas. Cabe destacar que hasta las 9 de la mañana del día 1 no se había registrado ningún siniestro vial. Se realizó una única intervención de un vehículo que pasó en rojo, fue interceptado y el test arrojó como resultado 0.60 g/l. Acto seguido, se procedió al secuestro del auto. En Sierra de los Padres se secuestraron dos vehículos por alcoholemia positiva punitiva en un operativo sobre la ruta. Por su parte, en Batán se realizaron 65 mediciones y se secuestraron 10 vehículos por alcoholemia positiva punitiva. La graduación más alta fue 2.55 g/l. Se labraron 21 actas y no se registraron siniestros viales». El dicho popular dice que «escoba nueva barre bien». La responsable del área, Sofía Pomponio está abocada 24×24 al control de área. Esperemos que no se manque.
Una cierta incompetencia. Que los cargos en Salud los cubren militantes de La Cámpora no es novedad. Lo que es un desastre, es lo incompetentes que son: no sólo armaron un vacunatorio VIP en la ciudad —aunque ya pocos lo tengan presente—, si no que administraron vacunas vencidas por falta de control. No conformes con ello, ahora cerraron los testeos y lugares de inoculación durante el fin de semana del 1 y 2 de enero. Tan inútiles, que dan pena y bronca al mismo tiempo.
Conductas repetidas. Sigue la investigación sobre los trapicheos que se dieron durante la gobernación de María Eugenia Vidal en el Museo Mar. Lo llamativo, es que la investigación lleva a conectar los manejos espurios con similares usos y constumbres que se dieron en el Museo Evita, un emprendimiento cuasi personal de Cristina Álvarez Rodríguez, nieta de la esposa de Juan Domingo Perón. Álvarez Rodríguez es íntima de Valeria Bratelli, investigada por los desmanejos en el Museo Mar. En estos días, Álvarez Rodríguez subió el perfil montándose en la cámara oculta que expone al ex ministro de Trabajo de la provincia, Marcelo Villegas. Desde ese hecho es que pide la renuncia de Julio Conte Grand como procurador provincial. ¿Un atajo para protegerse de la investigación en ciernes?