Determinación —que no es solución— I. Las situaciones de abuso de poder en los ámbitos laborales públicos parecen ser moneda corriente. La mora del sistema judicial para resolver, también. Es el caso de las denuncias en contra de Darío Hernán Molero, el secretario del juez federal Santiago Inchausti, producidas en 2019. Fue entonces cuando se inició el largo camino que en el presente ha traído, finalmente, sanciones —menores, pero en definitiva, sanciones— dictadas contra Molero por su comportamiento agresivo y misógino.
Determinación —que no es solución— II. Cuatro años después de las denuncias, finalmente el sistema judicial sancionó a Darío Hernán Molero, de quien las denunciantes indicaron —entre otras cuestiones— que de modo concurrente incurría en malos tratos y en calificar a las empleadas y funcionarias como «haraganes y nada afectas al trabajo», al tiempo que ponía objeciones de modo sistemático cuando se retiraban en el horario de cierre de la actividad judicial. Molero, en su defensa, presentó publicaciones de este medio aduciendo que las mismas le provocaron estrés y lo llevaron a deprimirse. Pobrecito, tiene la pielcita delicada.
Determinación —que no es solución— III. En su extensa defensa, Molero niega todo. Dice que él habla alto y severo pero que es parte de su personalidad y que en ningún caso lo ha hecho de ex profeso y que, por el contrario, se sentía en el deber de ser exigente. Bueno, no le han creído mucho. Pero, la saca livianita: 20 días de suspensión a modo de advertencia de que, si mantiene el tono y los modos, las sanciones podrían ser mayores. Demasiado leve para Molero que es de los que no escarmientan… lo lleva en su ADN.
Palaciegas sobre reconocimientos y olvidos. El quién es quién en el variopinto gabinete de Montenegro produce a diario cruces, acusaciones y traiciones diversas. Algo de eso hay cuando el intendente se muestra junto al delegado municipal del puerto y al jefe político de este, el co-lider de Sumar. Y ni que hablar cuando se hace mención de los logros del área de Inspección General en materia de habilitaciones y no se cita con nombre y apellido al subsecretario del área, Marcelo Cardozo. Injusto manejo por parte de la dirección de Prensa que ejerce la «sciolista» Florencia Pérez Lalli con respecto a Cardozo, cuyo ninguneo ya es de estilo. Y dicen que entre cumpas no hay cornadas.
Crisis y amenazas. Las que se denuncian en el Instituto de Formación Docente 19 a través de un comunicado que señala: «Los y las docentes y las estudiantes que integramos la lista Unidad la lista UDE del Consejo Académico del Instituto de Formación Docente N°19 REPUDIAMOS enérgicamente todo acto de violencia, se manifieste ésta de cualquier modo a cualquier miembro de nuestra comunidad, así como a cualquier acción que llevemos a cabo en el marco de las leyes, resoluciones, disposiciones o cualquier otra norma vigente […] Asimismo, repudiamos cualquier intento de desprestigio de nuestro accionar que no tiene otro móvil que velar por los derechos de compañeras y compañeros y estudiantes quienes, a través del voto democrático, han delegado en nosotras/os la misión de velar por el cumplimiento de las normas y de construir un clima institucional acorde a la noble tarea de formar a las y los formadores de nuestras futuras generaciones». Una historia de enorme violencia que vamos a exponer con todas las letras. Continuará.