Tal como dijimos I. Transcurría el año 2016. Ya la tensión entre el gobierno de María Eugenia Vidal y el de Carlos Fernando Arroyo era más que evidente. Una decisión de Lotería y Casinos de la provincia despojaba a Florencio Aldrey Iglesias de una caja de dinero fresco —un cajón— requisando las máquinas de juego del anexo del Hotel Provincial. Todo esto ocurría por una disposición elevada por Melitón Eugenio López —en ese momento, el presidente de Lotería y Casinos de la provincia. Con cálculo político, pero sin tener nada que ver en los hechos ni con la disposición ni con la requisa, Emiliano Giri —en esa época, titular del EMTUR— se adjudicaba, a través de las redes y del boca en boca, ser el autor de la decisión, lo que desató la tormenta.
Tal como dijimos II. Era de madrugada. Una llamada al celular del director de este medio lo alertaba con urgencia de que se habían llevado preso a Emiliano Giri, sin que nadie atinara a saber por qué. En ese momento, dijimos:
«Ocurre de modo tan poco discreto, que hasta el menos avisado se da cuenta de que el fiscal interviniente, Jorge Paolini, se ocupó personalmente de materializar el comparendo compulsivo de Giri en un procedimiento express que sólo se explica por una decisión política, ajena a derecho. Paolini llamó en persona al segundo jefe de la DDI de Mar del Plata, José Segovia, para articular así la detención de Giri en horas de la madrugada. Desde 2012 que la causa está en curso, sin movimiento procesal. El funcionario de la comuna de Mar del Plata nunca fue notificado de la misma, ni citado. Una causa procesal con penas de mínimo de dos años y máximo de diez en la que no había riesgo de fuga, tiene un tratamiento a medida para un dirigente político de CAMBIEMOS que integra el PRO y que no era funcionario en 2012, por lo que no tenía poder para articular maniobra alguna».
El Segovia que mencionamos, es el mismo que está aún hoy a cargo de la Departamental.
Tal como dijimos III. La historia venía por el lado de contratos truchos en Astilleros Río Santiago. A Giri lo conectaron a la causa por testigos que lo ubicaban en una componenda actuada y dirigida por el empresario —qué término amplio— Roberto Fiocca, quien hoy goza de las mieles del jet set lugareño y quien, según el sitio 0221, habría aceptado su responsabilidad en los hechos investigados desde 2012. Según cita el medio platense —en un texto no replicado por su similar local, 0223—«Héctor Scavuzzo, Roberto Fiocca, Rodolfo Elisetch y Oscar Borcerio reconocieron ante la fiscal que se apoderaron indebidamente de fondos públicos y fueron condenados al tiempo que nadie se explica por qué hubo tantas demoras en la causa que sigue abierta sobre la figura del ex ministro Cristian Breitenstein, quien en la actualidad reside en Alemania». Todo esto se hizo para evitar el escarnio de un juicio oral y público.
Tal como dijimos IV. En la hora señalada, tanto este medio como la FM 99.9 en la persona de su director fueron los únicos que analizaron racionalmente los hechos, cuestionando la modalidad de la detención ajena a los procedimientos de ley, la explosión mediática, el circo, y las connivencias políticas que abarcan desde Iglesias hasta José Scioli, un amigo de la casa que pidió —y logró— que a Fiocca lo liberaran en Rio de Janeiro después de haber sido detenido en ocasión de la final Boca – Fluminense. Hay gente que debería ser más generosa cuando de reconocimientos se trata.