La zona roja, nunca se fue I. Tal como hemos señalado en este medio, la zona roja no desapareció, sólo cambió de lugar. Y a la vista de todos: fuerzas de seguridad, Justicia, Municipalidad de General Pueyrredon. Los vecinos de Plaza Rocha asisten al extraño fenómeno de haber convertido a una de las plazas fundacionales en un mercadillo a cielo abierto de día y un área en dónde, al costo de la calidad de vida de los vecinos, se venden drogas a vista de todos por parte de miembros de la comunidad trans.
La zona roja, nunca se fue II. Una vez más, fueron los propios vecinos los que pusieron el alerta sobre los hechos que están a la vista de todos: a través de una carta abierta al intendente a inicio de este mes, le señalaban a Guillermo Montenegro su desesperación ante lo que están viviendo. No hubo respuesta alguna. Extrañamente, en la conferencia de prensa que hace unos días dio el intendente desde el COM, ninguno de los medios presentes se interesó en el tema. Raro, ¿no?
Crimen y castigo. Tardará, dado que la fecha del potencial jucio a Nicolás Fernandes, acusado por el crimen de Daniel Marcel —padre de nuestro colega, Marcelo— será en 2025, en fecha a determinar. Los elementos de prueba son contundentes y no hay escape a sus responsabilidades criminales. Debe señalarse que hay un tercer actor que aún está fuera del radar de la investigación, y nunca ha sido identificado. Que sea justicia, y sin beneficios adicionales, como una detención domiciliaria con tobillera electrónica, tal como pretende su defensa.
Donde hay una necesidad, ellos te arman un curro. Por increíble que parezca, el hundimiento de dos buques pesqueros de la flota marplatense llevó a la imposición de una serie de controles adicionales que, hoy, se convirtieron en otro curro: ya no basta con la inspección que deben hacer el armador y el capitán del buque —único responsable legal del mismo en altamar—, sino que se creó una «lista maestra de documentación de revisión». Son 74 ítems que deben ser verificados —digamos— y que implican un costo, por buque, de u$s300 por marea —es decir, por cada viaje de pesca—. Lo muy curioso, es que se ha convertido en un pingüe negocio para ex miembros de la Prefectura. Algunos de ellos, muy activos, y con una clientela cautiva de 30 buques. Hagan la cuenta, no más.
La homilía. Una vez más, la curia se sube a la crítica de los otros, pero nunca hace una autocrítica. El obismo García Cuerva se mandó una homilía en la que evitó hablar —por caso— de los escándalos del arzobispo salteño Mario Cargnello, quien tiene prohibido acercarse a las monjas de una orden que lo enfrenta por motivos económicos y que fue sorprendido conduciendo ebrio. ¿De eso? nada. El amigo del matrimonio Massa-Galmarini se plantó de guapo una vez más con críticas a un gobierno que no es de signo peronista.
Llegó para quedarse. La operación desarrollada para la partida del primer cargamento al puerto de Santos, en Brasil, es la primera en una acción de continuidad. Es clave, para ello, la actitud de la empresa Lamb Weston, que apuesta fuertemente a bajar su huella de carbono y por ello elige el transporte por barco portacontenedores. El factor «huella de carbono» es clave para la evaluación de las empresas a nivel global, y en este sentido esta firma de origen norteamericano busca hacer la diferencia en los mercados mundiales a su competidora de los países bajos.