Malas lenguas 835

SUTERYH

 

Repercusiones y datos. Aún no se apagan las brasas por el decisorio del juez Facundo Gómez Urso, que dejó libre de culpa y cargo a Darío Alberto Toledo Galván, quien posee un historial criminal fuerte. Tiene 2 causas en el Tribunal Criminal N° 2; en una de ellas, la número 698, fue condenado por el delito de homicidio en ocasión de robo (asesinó a un policía). En este caso,  la Cámara de Apelaciones, a fines de 2011, le concedió la excarcelación en términos de libertad condicional. En la segunda causa, ante el TOC 2, fue condenado por un homicidio cometido dentro de la la Unidad Penal de Batán a 8 años y 6 meses de prisión. No obstante, seguía en las calles de la ciudad. Y tiene otra causa en trámite por el delito de robo agravado. En esta causa, el 03/09/13 la Cámara de Apelación y Garantías confirmó la denegatoria de excarcelación. A este sujeto, que ya ejecutó la pena de muerte dos veces, le conceden gracias de brillo académico que resultan literalmente insoportables para el vecino del común.

Hotel Costa GalanaFalacias leguleyas. El abogado Javier De la Tore sabe a qué juega. Defiende criminales -obvio que está en su derecho-, y está particularmente interesado en el control de legalidad de los procedimientos, por lo que no duda en colocar en el lugar de los criminales a los policías Castro y Badoza, que detuvieron a Toledo en la vía pública luego de lanzar un “sirenazo”. De la Tore dice no entender tanto escándalo por la libertad de su pupilo Toledo, y menos aún por qué se lo critica al juez Gómez Urso. Es que hay dos lógicas en juego: la del vecino/ciudadano, vejado, robado, asesinado, y la del auxiliar de la ley que defiende criminales. Son lógicas irreconciliables.

Apuros. Los que pasó Marcelo Artime al invitar a los integrantes de la oposición a conocer el centro de monitoreo de cámaras de vigilancia. Las cámaras de televisión cubrieron los cuestionamientos que realizó Emiliano Giri, la queja por el envío a archivo de dos proyecto de ordenanza del concejal Hernán Alcolea, uno que propone la creación de un protocolo, y el segundo referido a los aportes privados para incrementar los recursos del centro de monitoreo. Artime y el siempre ineficiente César Ventimiglia estaban, cuanto menos, incómodos.

Como Patán. Los que lo tratan a diario aseguran que ríe como el perro Patán, tapándose la risita con la mano. Es que Marcelo Artime orejea encuestas y ve la crisis terminal en que ingresa AM luego de la inminente elección de octubre. Dicen que ahí tronará la venganza. Más aún: la semana pasada, en cena con veinte comensales, el candidato Alejandro Ferro decía que no levanta en las encuestas porque a Gustavo Arnaldo Pulti “se le paga mucho y sale en todas las fotos”. Ups.

Edea