Ciudad a la deriva. Lejos de los anuncios de que “Mar del Plata es la perla de la industria” -novedosa verbalización de GAP/Perogrullo/Cospelito para no hablar de los problemas reales-, los índices de desempleo, crimen y facilidades de Mar del Plata para el desarrollo están lejos de dar lugar a festejo alguno. Entre los datos crueles está el estado de abandono que sufre la infraestructura escolar de la ciudad. No sólo en la periferia, que es el caso de la Escuela 63, del Barrio Autódromo, sino también en el centro, cuyo caso es el de la histórica Escuela 1, derruida, completamente deterioriada, con paredes que se caen, pozos en el hall central (ver imágenes en Fotos de la gente). En tanto, las autoridades dan a diario el espectáculo de inauguraciones y un mundo de felicidad que no tiene sustento real. Eso sí, están haciendo a nuevo, una vez más, el pavimento de la avenida Colón, en tanto en los barrios hay que elegir qué pozo esquivar, porque con todos no se puede.
No sólo en el Estado. Las carencias llegan a otros ámbitos que ya no son sólo públicos. El atraso en materia de servicios médicos es brutal. En el Estado, por falta de mantenimiento e inversión; en los particulares, porque la ecuación sólo permite mantener lo mínimo. Esta semana, un vecino de la ciudad nos hacían llegar lo que sigue: “El miércoles 21 se descompuso mi señora embarazada de gemelas (por presión alta) y concurrimos a la Clínica y Maternidad Colón. Tenemos obra social, coseguro. Nacieron Emilia y Luana, gemelas hermosas, con un peso de 780 y 820 gramos cada una. Desde el comienzo del embarazo apostamos a la Clínica y Maternidad Colón, y ante el inminente nacimiento de las gemelas -que deberían hoy estar en la panza de la mamá-, nos dan la triste noticia de que no hay más incubadoras. Me dijeron: “No podemos internar a tu mujer si tenemos que sacar las bebés, porque sólo tenemos 10 incubadoras”. Mi desesperación ante la situación fue terrible. Ahora pienso: Clínica y Maternidad Colón, con sólo 10 incubadoras… Ante el nacimiento urgente, nos derivaron al Hospital Materno Infantil, donde allí por suerte nuestras gemelas pudieron nacer con 27 semanas; luchando día a día, estamos con ellas, viendo progresos y dificultades, aprendiendo nuevas enseñanzas de vida. Gracias Hospital Materno Infantil, por tanto y tanto. Profesionalismo, mimos, dedicación del personal de enfermeros, médicos y la gran calidad humana”.
La ciudad retrocede y nadie parece advertir la pintura de conjunto por detrás de la mentira cotidiana desplegada por la cadena de gacetillas que el poder derrama a diario en medios que ya declinaron su conducta crítica ante lo que ocurre.
Adormecidos por el dinero del poder. Llevar adelante un medio de comunicación no es un brillante negocio; si hay negocio, está en otro lado. Esta semana, el presidente de la UCR, Daniel Núñez, reveló tener en su poder copia de órdenes de compra por treinta mil pesos mensuales para una página digital que sostiene estar decepcionada con Vilma Baragiola. Una orden de compra por dicho monto no guarda lógica con los precios de mercado de esta ciudad: ninguna empresa pagaría esa suma, sin importar cuántos “clics” presuma tener a diario o mensualmente dicha página. La orden de compra es precisa: coloca como condición que se publique la información comunal sin cambio alguno respecto de cómo fue elaborada en la Oficina de Prensa de la comuna. Luego de que Núñez revelara esta situación, y la vinculara a la posición virulenta del medio para con Baragiola, uno de los escribas de dicha pagina digital lo llamó para increparlo y luego ofrecerle el espacio que desease para expresar su posición. Si hay transa, que no se note; y si se nota, hay que hacer lo necesario para disimularlo.