Intríngulis I. El que atraviesa Vilma Baragiola ante la campaña para la PASO local. Luego del difícil cierre de listas en el cual perdió la pulseada ante Maximiliano Abad por la conformación de la misma y en particular por el lugar de diputados provinciales, Vilma recibió de Abad una prenda de paz. Concretamente, el dirigente que expresa hoy a Ernesto Sanz le ofreció ser su jefe de campaña, terminar con las disputas internas y abordar un trabajo político que cuando los encontró unidos, les dio buenos frutos a ambos. Vilma dijo estar para evaluar la propuesta, no dio al menos rotundo no, pero por ahora prefiere estar en los actos políticos del PRO.
Intríngulis II. Y las dudas y aplazo de decisiones son un riesgo, toda vez que la PASO con Carlos Arroyo está muy finita. Encuestas locales dan alternativamente a uno y a otro (Baragiola/Arroyo) ganando por poco en cada caso. En ese contexto, situaciones como las vividas en ocasión de la presencia del periodista deportivo Fernando Niembro en Mar del Plata suman malestar. Es que desde el PRO le pidieron al concejal Arroyo que concurriera al encuentro con la prensa en el Costa Galana para dar carnadura fuerte al evento. Sorpresa de Arroyo cuando Niembro nombró enfáticamente a Vilma Baragiola y ni siquiera destacó la presencia del mítico director de escuela pública en el lugar. Arroyo juró y recontra juró que no va a ningún otro acto en conjunto.
Lecciones. Las que están viviendo los integrantes del FPV que tienen que ser parte de la campaña política junto a Gustavo Arnaldo Pulti y los accionistas marplatenses. Señalaban a periodistas de frecuente trato: “No podemos creer el maltrato de Gustavo a su gente; los basurea mal”. Agregando que son cuatro los que cortan el bacalao: Pulti, su esposa, Bonifatti y Marrero. Y pará de contar. Impresionados los de afuera por el destrato discursivo que GAP/Perogrullo/Cospelito le propina a Ricardo Palacios, ex concejal de AM que por años le paró la olla literalmente al hoy todavía intendente. No hay como ver y estar ahí para creer.
Impacto y fastidio. El que provocó la presencia de Rodolfo Iriart en el estudio de la 99.9. En larga entrevista se habló de seguridad, policía, Comando de Patrullas, controles y funcionalidad. Iriart manifestó que el personal del Comando trabaja turnos de doce a dieciséis horas máximo. Apuntó que el personal no tiene motivo para estar dormido a bordo de las patrullas, o haciendo “rancho” en la vía pública. El dato: en siete días calendario se detuvo y sometió a proceso a cien personas incursas en delitos flagrantes, o como resultado de investigaciones en marcha. El fastidio del Ejecutivo porque Iriart, a quien se da en definir como “el interventor en Seguridad”, haya aceptado estar en la 99.9, hace ruido en los pasillos del poder.