Ni magia ni casualidad

Lo ocurrido con la exclusión de Argentina de la prueba PISA no es fruto de la casualidad o de un designio malicioso que cae trágicamente sobre nuestro país: es la consecuencia natural de una política determinada, que ha tenido por objeto sumir en la indigencia intelectual a una porción importante de la población del país y así, bajo la fórmula ignorancia + mendicación forzada, dejar al ciudadano reducido sólo a la condición de un habitante casi siervo.