Mal que les pese
Mal que les pese a los agoreros; mal que les pese a muchos imbéciles, especuladores y varios perversos; a los mentirosos, los resentidos, los envenenados, a los necios y a los que no se preocupan por informarse y repiten como loros lo primero que escuchan. La Fragata vuelve a casa. Sin pagar caución, la “Libertad” quedó en libertad.