La semana que inicia será pródiga en cambios y en lecturas estúpidas al respecto de los cambios que sobrevendrán.
La llegada al gabinete de Agustín Cinto, proveniente de la cantera de la Fundación Sophia y por ende integrante del PRO, llena el listín local de corte y pegue de títulos y lecturas a cual más folletinesca, torpe y tonta. Varios medios digitales seguían alentando la idea de la intervención, y señalaban que “los marplatenses le pagarán el sueldo”. Y sí, por supuesto, si cumple tareas en General Pueyrredon, deberá pagársele un sueldo.
Aunque quizá haya otra lectura: quizá el sueldo sea en compensación por los sueldos que paga la Intendencia de Quilmes a los marplatenses Guillermo Alonso y Aníbal Drago. Quizá en el caso de Drago tampoco haya que citarlo como marplatense, pues es originario de Balcarce, cursó estudios en La Plata, y luego de la intendencia de Daniel Víctor Katz Jora partió a Capital Federal y hoy integra el staff de Martiniano Molina. O quizá el salario del novel Cinto sea en canje de servicios por lo que paga la comuna de Balcarce a Carlos Katz, o el del ex funcionario de Blas Aurelio Primo Aprile y Gustavo Arnaldo Pulti, el también arquitecto José Luis Castorina, hoy en funciones en Mar Chiquita. ¿Quizá…?
La publicación de las conversaciones con el fiscal Mariano Moyano para interesarlo en ocupar la Secretaría de Seguridad municipal ha tenido por objetivo limar al intendente, plantando la potencialidad de una nueva derrota política de no concretarse dicha movida. Imposible que Moyano asuma si no hay una dispensa especial de la Corte Suprema de la provincia, un tema que puede resolverse en un llamado o ser una complicada gestión ante la gobernadora Vidal. El origen de la filtración tiene varios padres; es un dato de la realidad que hay demasiada gente conociendo información sensible y otros actores buscando ocupar dicho cargo.
En el caso de la seguridad, el más notorio no es el más indicado. Fernando Telpuk aspira a ser secretario de Seguridad, y para tal fin usa los medios de la propia comuna, publicitándose con las tibias acciones que la policía municipal realiza en la ciudad. ¿Fue él quien filtró la información de las conversaciones con Moyano? Quizá no de modo directo, pero fue uno de los que más señaló en los cafés de la manzana de las sombras la existencia de estas conversaciones, que le habrían sido reveladas por funcionarios del Gabinete, integrantes de la familia del propio Arroyo.
La inmensa coctelera de conflictos que dejó Gustavo Arnaldo Pulti y sus accionistas marplatenses hace ruido y encuentra eco en una masa de medios que no entiende que no se puede vivir ni llevar un emprendimiento de esta naturaleza adelante sólo con la pauta de los entes públicos; algo que, por otra parte, no existía en Mar del Plata hasta hace ocho años. Si sigue la abstinencia publicitaria, es altamente probable que mucho de lo que hoy hace ruido, quede fuera de carrera en poco tiempo. Cita para muchos: el encuentro de Seguridad que se celebró en el Hotel Ostende fue una nueva demostración de la firmeza de Arroyo en su posición ante Florencio Aldrey Iglesias. Quien quiera oír…
