La que pasó fue una semana intensa de mentiras y medias verdades. Existe una alianza entre quienes ocupan sillas en los despachos públicos de la ciudad, que se basa en el silencio. No gobiernan, asumen hasta las falacias más visibles, y cierran los acuerdos más reprobables, política y moralmente, todo sostenido por un mutismo que no se rompe ni en los grupos de WhatsApp.
En este caso, la mentira se difundió a través de los canales de comunicación oficial, los que la media local corta, pega y publica con desenfado, en un acto de fe absoluta a todo lo expresado por las gacetillas que distribuye Florencia Pérez Lalli. El municipio anunció que se iniciaba un nuevo servicio del SAME desde el CAPS La Peregrina, el cual se logró poner en funcionamiento a partir de la recuperación de una ambulancia que estaba abandonada en Tandil.
Los términos de la comunicación dieron lugar a un cruce entre Gustavo Blanco —ex secretario de Salud— y Alejandro Rabinovich, el alter ego de don Tristán de Monteoscuro, donde el coordinador de gabinete buscó quedar bien parado ante la miríada de mentiras que habían lanzado a modo de brulote, las cuales fueron replicadas, por supuesto, como verdad revelada por parte del grupo de medios que hacen de corifeo.
La ambulancia de marras es un vehículo Mercedes Benz con motor turbo, la cual ingresó en un área inundada de la ciudad durante un temporal, en 2019. El escape chupó agua y fundió el motor. Fue llevada al EMSUR en donde estuvo dos meses esperando una definición al respecto de qué camino seguir para su reparación.
El dictamen fue terminante: el motor no servía más y, dado el valor de los repuestos, sólo cabía cambiar la unidad. En ese momento, el cierre de la concesionaria Fangio dejó a Mar del Plata sin representación oficial de la marca, por lo que la unidad se envió al concesionario Bari. S.A con cede en Tandil y permaneció allí esperando una orden de compra que nunca fue firmada por la secretaría de Hacienda. ¿Abandonada? Es, cuando menos, una afirmación temeraria.
La ambulancia fue reparada finalmente con un motor que donó un empresario local. La donación no está ingresada a la municipalidad formalmente. El vehículo circula con un serial de chasis y un motor que no corresponde al original y sin asiento en el registro automotor. Ergo, no se puede asegurar, situación que llevó a que los choferes originales de la unidad se hayan negado a transitar con la misma.
¿Qué ocurrió con ellos? Ambos fueron trasladados a otros CAPS alejados, y se les impusieron horarios hostiles de trabajo. Los choferes fueron al gremio a quejarse por la situación y denunciaron la irregularidad de la que se pretendía que sean parte. La respuesta fue: “no se puede hacer nada, estos (sic) pagan bien, y no vamos a hacer quilombo”. Derechos y obligaciones, a marzo.
De la reunión entre el ex intendente Cospelito y el actual don Tristán de Monteoscuro, sólo queda decir que debería darles vergüenza, pero no les da. Y algo dice de ellos que se hayan reunido ocultando sus rostros. Después, cómo GAP operó en los medios con esta reunión es comidilla menor. Da risa, por no llorar.