El escenario del desalojo del Paseo Hermitage y playa Las Toscas expone a toda luz miserias y cobardías de diverso tono en nuestra aldea extensamente urbanizada. Primer dato relevante: ningún actor político local se atrevió a cuestionar la acción del ejecutivo comunal. La “caballada” sobre Arroyo y su gestión fue enterrada por los mismos lectores del multi Ladrey. Las exposiciones mendaces, como la de Fabián Perechodnik intentando ser la voz del gobierno nacional y provincial, y que debió ser quitada de la página donde fue publicada por el nivel de desagrado que plantearon sus propios lectores, estuvieron todas en boca de funcionarios de Vidal.
Ni que hablar del medio digital que se identifica con el prefijo telefónico de Mar del Plata. Agitan el odio social en contra de familias golpeadas por el infortunio, pero se guardaron los tres artículos que publicaron exponiendo la conferencia de prensa en la Intendencia y se quedaron chito la boca. Lo digo por citar lo más obvio. La iban de gallos de riña, quedaron como gallinitas ponedoras.
El segundo capítulo empezó a escribirse el viernes 12 al conocerse que una acción de la representación legal de Aldrey Iglesias ingresó en el juzgado Contencioso Administrativo al frente del cual esta Marcelo Daniel Fernández. La presentación tenía por objeto judicializar la acción de recuperación y colocar en entre dicho todo el esquema administrativo. En ese predicamento, se introdujo una medida administrativa en respuesta a una presentación del propio fallido concesionario que paralizó las acciones pero que no afecta la cuestión de fondo, y provocó que Fernández declare impropia la petición de Florencio Aldrey Iglesias.
Corrió rápidamente el lunes la idea de que esa acción implicaba ceder o —para decirlo en términos expuestos en las redes— “recular” en cuanto a la quita de la concesión. El tema es que el autor de la acción —quien se auto referencia como “genial”—, eligió para hacer conocer la movida un medio o alternativa de comunicación que le dio a esta “genialidad” un tono distinto al buscado, plantando así la idea de un acto de pérdida de poder y derrota política, especialmente en el universo local de las redes sociales. Lectura: si querés correr un Derby, elegí un pura sangre, no te subas a un asno porque llegas último y muy tarde.
La semana por iniciar dará franca cuenta de que nada ha concluido, que nada ha sido cedido, y que la acción por recuperar la dignidad publica mancillada está en buena forma.
Pasaron otras cosas que quizá no sean fáciles de visualizar: la administración subió a un conjunto de los que se llaman periodistas a un micro para que conocieran las obras del acueducto oeste, una obra vital para la provisión de agua en Mar del Plata. Esta obra, valuada en millones, está en riesgo. La comuna debe, por medio de OSSE, financiar el 33% de la inversión. Complicar fijar la tarifa de OSSE para este ejercicio afectará el plan de trabajo en materiales y el pago a proveedores, con el consecuente perjuicio a los vecinos de la ciudad. Nadie la nombró directamente, pero las críticas de Arroyo tienen nombre y apellido: Cristina Coria, convertida tristemente en el archienemigo de una administración de la que nunca se ha sentido parte.