De okupas, distraídos y desinteresados

La ocupación del cuenco de amortiguación hidráulica, donde grupos piqueteros llevaron hasta ese lugar a un grupo de desposeídos pauperizados cuyas necesidades ellos administran, es una nueva demostración de la esquizofrenia política y judicial que impera en esta sociedad de la anomia que es hoy nuestra República Argentina.

Ubicado en el barrio Las Heras, el espacio «vacío» es en realidad un predio municipal creado de acuerdo a técnicas de trabajo hidráulico que permite contener la acumulación de agua de lluvia en períodos de precipitaciones intensas, propios de la naturaleza de esta región geográfica. Técnicamente —según describe un paper oficial— en «el predio opera un cuenco de amortiguación hidráulica que forma parte del Sistema Urbano de Drenaje Sostenible (SUDS). Los SUDS son parte de estructuras que forman un sistema ideado para el manejo de los excedentes de escorrentía superficial de aguas pluviales de la ciudad. Según las condiciones de constructivas de desarrollo pueden filtrar, acumular, reciclar, drenar y retardar la llegada directa del caudal de las precipitaciones».

Particularmente, el predio de referencia fue desarrollado por la Dirección Provincial de Obras Hidráulicas y Saneamiento, tanto por su concepción de diseño, como por la ejecución de la obra. Este cuenco, junto con los tendidos de conducciones que lo vinculan a diversas áreas urbanas y luego al sistema pluvial de la ciudad, fueron los que permitieron, en su oportunidad, darle factibilidad de desarrollo al plan de viviendas que se ubica en su entorno.

No es un terreno baldío, o un inmueble perteneciente a un «mal propietario», como cree el poder judicial ideológicamente de izquierda que campea en la ciudad. Sostener esta ocupación —algo de por sí ilegal—, genera una situación potencial de riesgo, en el caso de que se dieran lluvias intensas, para quienes han sido llevados a este lugar; además de poner en riesgo por obstrucción del propósito del cuenco de inundación a zonas que actualmente cuentan con servicio pluvial, especialmente los barrios Las Heras, Bosque Grande, Parque Palermo, Las Dos Marías, Santa Rita, San Antonio y el complejo de vivienda Dignidad.

Casi diría que hay negligencia criminal al no habilitar el desalojo. Y desidia, porque allí, según lo que indicaba el proyecto, debió construirse una plaza. La cava o cuenca, la ejecutó hidráulica de la provincia en el año 2007. En ese momento, OSSE planificó colocar allí una plaza, para darle sentido urbano a este predio. Pero Gustavo Arnaldo Pulti decidió enterrar la iniciativa dejándose llevar por tirrias personales con los técnicos de la empresa estatal.

Fue Gastón Herrera, un vecino del barrio Las Heras, quien alertó al respecto de la ocupación de esas tierras destinadas al sistema de drenaje pluvial. Los actores políticos sólo actuaron detrás de los hechos: nada se hubiera movido si no se hacía público lo que estaba pasando, desatando al mismo tiempo una controversia política hoy llena de interrogantes.

Lo que queda claro es que estas personas, en situación de pauperización, son usadas como instrumento de una puja política.

Nadie los «ama», sólo los usan.