La entrega de los premios Estrella de Mar está destinada a estar envuelta en escándalos patéticos de vanidad y protagonismos de aldea. Este año, la restauración conservadora trajo la entrega de una distinción al brigantino Florencio Aldrey. Curioso el hombre: niega su segundo apellido, y detesta que se le cite como Aldrey Iglesias.
La distinción fue a cuento de haber restaurado el predio de la antigua Terminal Sur, una lisonja propia de vasallos que buscan agradar al amo de la comarca. Restaurados los carteles que había dado de baja la anterior administración, la reposición de los mismos es un combo de señales negativas para el ciudadano de a pie.
Fue penoso, pero no lo más delirante: quien fue distinguido como mejor director teatral, ejecutó un acting malévolo. Marcos Moyano, hijo de Viviana Ruiz, la creadora de Séptimo Fuego, fingió cortarse las venas, sumiendo en la desesperación al director de la revista Central, Martin Sala, quien le había hecho entrega del premio Estrella de Mar.
Moyano arguyó, para justificar su patética performance que existe una persecución a su madre, supuestamente motivada en que ellos (los responsables del Séptimo Fuego) eran quienes habían pedido la renuncia de Silvana Rojas. Para desmemoriados, hacemos referencia a la ex secretaria de Cultura de la anterior administración, quien precedió a Christian Rabe, y pasó con pena y sin gloria alguna por la función publica.
Amén de la crónica del evento —trasmitido por el inexistente Canal 2 de la ciudad—, la información que circula indica que el costo fue desproporcionado para lo que se brindó en medio de una temporada teatral para el olvido.
La administración Montenegro sigue avanzando tal cangrejo: retrocede. La ONG RED de personas viviendo con HIV/SIDA hizo entrega el viernes 7 de la documentación que le habilitaba a la explotación con fines sociales del balneario Beltrán Norte, un hecho que no debiera pasar desapercibido.
El EMTUR, que debió notificar la entrega del balneario el 7 de Diciembre, lo hizo el 20 de enero. Estaba ocupado por un grupo no identificado que presionó a los integrantes de la ONG hasta quebrarlos, obligando a ceder la tenencia a un grupo mafioso que actúa a la luz del día y dice tener protección policial.
La agenda del intendente es intensa: asunción del nuevo titular del INIDEP, reunión con la dirigencia radical —que pasó por Mar del Plata buscando aire político para las batallas que vienen—, todo a foteo (SIC) a full sin que surja un programa de gobierno mas allá de la idea de conformar a todos en un juego de abalorios que, más temprano que tarde, va a pasar factura.