La carta que el intendente Carlos Fernando Arroyo le dirigió en modo de misiva abierta a la expresidenta Cristina Fernández marcó líneas de lo que ocurre y de lo que vendrá en materia política en la ciudad. Claramente, la misiva señala que su intendencia es el fruto de la inclusión de la Agrupación Atlántica en Cambiemos y la consecuencia de una trayectoria simple que, basada en la honestidad, lo aleja de los parámetros en los que se ha movido la exPresidenta. Apunta Arroyo que lo sostenido por él en referencia a su condición de no aportante a la campaña de 2017 es porque no participó de la misma pues estaba abocado a la tarea de poner de pie a una ciudad que había quedado en ruinas luego de ocho años de gobierno kirchnerista.
Quizá nunca se dijo con tanta contundencia, y es oportuno en esta circunstancia en que el mandamás de Coarco, Patricio Gherbi, reclama se le haga un lugar en la lista de arrepentidos para declarar y dar data cierta.
Gherbi no es cualquiera sino un elemento clave para entender la trama mafiosa que se apoderó de Mar del Plata durante tres décadas desde el retorno a la democracia. Gherbi es Coarco; es Alpa Vial; es el club del peaje; es el club de la obra pública; es la alianza denunciada en este medio con la UOCRA de los hermanos Trujillo —hoy el sobreviviente César— y es Florencio Aldrey Iglesias, que articulaba las partes llevándose una parte del botín, o creaba alianzas para tener y manejar espacios públicos de la ciudad.
Funcionarios de Lotería de la Provincia reconocieron ante funcionarios de la comuna que no están en condiciones de aportar documentación que exponga de manera fehaciente la vinculación entre Boldt, operador del clausurado Casino del Mar, y Lotería. El rechazo in limine de la jueza Ana Fernández a la pretensión de Boldt de buscar la apertura del citado casino por la vía del amparo, difícilmente sea corregido en la instancia de apelación en lo contencioso administrativo. No hay en la historia judicial local ejemplos de un rechazo in limine: es que está todo demasiado flojito de papeles.
El modelo utilizado se replicó para apoderarse de la Ferroautomotora. Daniel Katz había dado vuelo a una alianza entre empresarios locales y el grupo Eurnekian para construir una estación ferroautomotora multimodal de cargas, inversión de once millones de dólares en Camet frente al aeropuerto Piazzolla, con la posibilidad de generar así un nuevo esquema de desarrollo para la ciudad. Pero Aldrey se metió en el tema, Katz se sometió, e igual ocurrió en la antigua Estación Terminal Sur, en donde el proyecto de César Pelli quedó reemplazado por el actual.
En todos esos proyectos hay un mismo actor que une las partes: el estudio Mariani – Pérez Maraviglia. Hay más en esta historia de lo que hasta ahora el común de los mortales ha podido advertir. Pero ya será advertido, y también contado.