Lluvia e inundación, era de esperar

Tal como lo describió el perito Francisco Pascasio Moreno, la historia de las eras húmedas y secas en la pampa argentina está escrita en el suelo, y así también lo entendieron los ingenieros y geólogos que trazaron las líneas de ferrocarril tanto en la provincia de Buenos Aires como en la de Santa Fe.

Por donde transcurre el ferrocarril, nunca se inunda. Advertí, desde marzo de este año, que se venía una fuerte temporada de lluvias y que las mismas alcanzarían volúmenes abrumadores, y que por lo tanto había que poner una fuerte atención a los arroyos que atraviesan la ciudad de oeste a este y que se cargan de volumen con el agua que baja desde el sistema de sierras de Tandilia.

No es que sólo hice referencia al tema en el aire de la FM 99.9: hablé con los funcionarios, tanto de manera pública, como de forma privada. Está claro, por los resultados, que la cancherearon en sus respuestas. Si no, no se entiende, con 77 mililitros de lluvia caída, el anegamiento que se produjo en distintos puntos de la ciudad.

El caso del micro al cual el agua inmovilizó e inundó, podría haberse convertido en una tragedia. No hace falta ser experto en ninguna materia específica para advertir que esto se venía: el 20 de febrero de 1990, un temporal de 230 mililitros de precipitación inundó, hasta una altura de ocho metros, la cancha del estadio mundialista. Mogotes se convirtió en otra imagen del impacto de la lluvia. En 2017, Carlos Fernando Arroyo presionó fuertemente a OSSE y, pese a las continuas lluvias —en volúmenes comparables a estas—, no se dio ninguna de las situaciones que se vivieron el viernes pasado.

Es urgente poner a trabajar a todo el personal disponible para darle a los sistemas de la ciudad el factor de evacuación de agua caída más amplio posible. ¿O se creerán que es esta lluvia, y ya está? Deben estar conformes: hubo sólo cuatro evacuados, y algunos datos materiales. He sostenido, y aún sostengo que, la suerte, no es eterna.

¿Necesitan que haya muertos? Hay funciones que son claves en cualquier administración que están abandonadas. Tal como me dijo un integrante del círculo más íntimo de Montenegro: «El gordo mide 40% de intención de voto, y 72% de imagen positiva. ¿Te imaginás si gestionara?».

Cuesta entender esta desidia. Si las salas municipales de salud están sin personal, y faltan tanto recursos humanos como técnicos; hablamos del HIGA. Si es seguridad, hablamos de la policía. Ah, no… mala mía: de Sergio Berni no hablemos, porque es «amigo» de Montenegro.

Eso sí: recorridas, con todos. Al palco con Patricia, foteo con Horacio y risas de lo genios que somos. Mauricio Macri se hizo importante resolviendo los problemas de los porteños y derramando luego ese hacer a todo el país. Parece que no ha sido un ejemplo.

Las imágenes habituales, son sobre lo que hace el otro: inauguraciones, encuentros tecnológicos, cosas por el estilo. El apotegma solía ser: «una imagen vale más que mil palabras».

Hasta que llegaron las redes.