Atender el juego
La antigua rima infantil bien lo dice: “Antón, Antón, Antón Pirulero / cada cual, cada cual atiende su juego / y el que no, y el que no, una prenda tendrá”. ¿Tendrá, seguro? Porque no parecería que siempre hubiera prenda para el que no atiende su juego.