El impacto positivo del Arena Fest, está a la vista: la mayor concentración de gente en la historia de la ciudad impecablemente organizada, en todos sus aspectos. Fue el resultado de una apuesta arriesgada —muy arriesgada— que pasó por muchos cabildeos y debates internos.
No fue casualidad que, en el restaurante Lo de Fran —propiedad de Francisco Rosat—, estuvieran ocupando una mesa ubicada en una posición estratégica Artemio López y su pareja, Clara Abelenda. Ninguna casualidad.
Nadie vio venir el fenomenal triunfo de Guillermo Montenegro en las elecciones por la intendencia de Mar del Plata. Hoy, tiene una instalación de «vivo»: cada logro del sector privado, es presentado como un logro de su gestión.
Nicolás Lauría no ocupará ningún renglón en la historia del pago chico de la política de esta ciudad, salvo que sea citado como el concejal más alto de la historia… puede ser.
Napoleón, antes de ascender a general a un hombre en armas, le preguntaba de forma personal: «¿es usted un hombre con suerte?». Para el pequeño Corso, la suerte era un imponderable, al que se le debía prestar suma atención.
Con gran despliegue, el medio de Florencio Aldrey Iglesias publicó: «Así sería el circuito callejero marplatense para el Gran Prix de TC 2000 del año próximo». Un titular en la portada, con gran despliegue, destinado a intentar imponer una opinión concreta en la comunidad marplatense.