Columna de tapa, escrita por el periodista José Luis Jacobo
La campaña electoral está en su momento más intenso. Arroyo redobla esfuerzos exponiendo por todo lo alto los aspectos positivos de su gestión en un intento de remontar la increíble cuesta que implica la boutade de la PASO para Agrupación Atlántica.
La discusión que se dio en la reunión de la comisión de medio ambiente del Concejo Deliberante del jueves 3 de este mes al respecto de la responsabilidad empresaria en torno a la disposición de residuos comerciales en la ciudad promete ser una suerte de último round entre el bloque de la UCR y la intendencia Arroyo.
A un ritmo febril viene la elección de octubre que marcará una raya en la arena del tiempo que nos toque vivir en los próximos cuatro años. Es obvio que el centro de la escena lo ocupan cada día más Fernanda Montoto Raverta y Guillermo Montenegro. Es un interrogante cuál será, en este escenario híper polarizado, la suerte electoral de Carlos Fernando Arroyo. Es obvio que la gestión cierra con un alto nivel de soluciones y desarrollos para la comunidad.
A días de la crucial elección de octubre, Carlos Fernando Arroyo sostiene que dará el batacazo levantando el paupérrimo 5.09% de votos obtenido en la PASO convirtiéndolo en un triunfo histórico.
La lid de octubre instalará en Mar del Plata un escenario extraño. Por debajo de la construida imagen de Fernanda Montoto Raverta, un variopinto grupo se encolumna en la lista de concejales y consejeros escolares del Frente de Todos.
Es obvio que estamos frente a un plan organizado, y de largo plazo. El objetivo: ganar Mar del Plata para La Cámpora. La imagen de Fernanda Montoto Raverta es fundamental para conseguirlo. Por eso, está todo cuidado: siempre la sonrisa en clave de tristeza silente, y las palabras públicas justas.
