Un cierre preocupante
La frivolidad con la cual Gustavo Arnaldo Pulti lleva la cosa pública es harto preocupante. Ha constituido salario público mediante una plutocracia que vive aislada de la realidad local.
Columna de tapa, escrita por el periodista José Luis Jacobo
La frivolidad con la cual Gustavo Arnaldo Pulti lleva la cosa pública es harto preocupante. Ha constituido salario público mediante una plutocracia que vive aislada de la realidad local.
La imagen de Gustavo Arnaldo Pulti subido al carro triunfal de Aldosivi dándose un baño de multitud no puede apartar a la comunidad del hecho de que en la misma jornada, cuatro personas, todas emparentadas entre sí, fueron asesinadas en el contexto de la lucha territorial por el tráfico de drogas.
Debo decir -o reiterar, para ser preciso- que, una vez más, quienes se presentan como dirigencia con ambición de gobernar esta ciudad vuelven a dar pábulo a aquel “mediocres” que arrojó Mario Roberto Russak como col agria sobre la mesa de los marplatenses. ¿Qué otra apreciación puede aplicarse a la postura de Javier Faroni de presentarse ante el electorado anunciando un proyecto para transformar a esta ciudad en capital de la provincia de Buenos Aires? Disparatada, económicamente inviable, absurda, etc., pero por sobre todas las cosas, es una expresión que revela la dimensión mediocre del pensamiento instalado en Mar del…
Tal como publicamos el 14 de noviembre en nuestra investigación central bajo el título “Negocio de poder”, la construcción del barrio privado Las prunas es una expresión de poder que va al centro del ejercicio de la administración comunal para servir a objetivos de privados usando la estructura del Estado en beneficio propio.
Por años, el intendente Gustavo Arnaldo Pulti ha hecho de la sangre derramada un negocio de imagen y dinero. Cree que en definitiva no paga un alto precio por su conducta en tanto el sistema de medios que paga con fondos públicos lo cubra de citar sus objetivas y obvias responsabilidades. Si bien no le agrada en particular la insistencia de este medio en denunciar sus deméritos, considera que su capacidad de ejercer las artes de la propaganda compensan sobradamente este espacio de crítica al poder.
Esta semana, la historieta de ficción del intendente Gustavo Arnaldo Pulti tocó un pico máximo al pretender presentar una audiencia general del papa Francisco como un acto entre pares.