Estamos todos inmersos en una pandemia global, un escenario que desnuda comportamientos universales y que hace caer suposiciones sobre los otros que llevamos como una marca de agua.
La pandemia pudo haberse evitado si las autoridades chinas no aplicaran el secretismo y la censura como estilo de gobierno, conculcando la libertad de sus ciudadanos. El médico que comenzó a alertar al respecto de lo que hoy conocemos como COVID-19 fue obligado a retractarse. Falleció por el virus cuya existencia denunció. El poder lo obligó a desdecirse y, a consecuencia de ello, murió.
El fisiólogo Iván Pávlov, ganador del premio Nobel de medicina, descubrió en base a sus experimentos lo que se conoce popularmente como “el reflejo de Pavlov”: es posible condicionar a un individuo para que, ante un estimulo determinado, tenga una respuesta en consecuencia que funciona como un acto reflejo. Otra investigación suya destacada demuestra que el lenguaje humano es resultado de una cadena de reflejos de este tipo. Ante palabras determinadas, se generan respuestas inmediatas y condicionadas.
Hoy a nuestra sociedad la atraviesa un fenómeno similar: determinadas palabras disparan ciertas reacciones inmediatas. Como si fueran los perros del experimento de Pávlov, ciudadanos normales se lanzan a cuestionar y coaccionar virulentamente a quienes, como en mi caso, no participamos del relato.
Un abogado de la matricula que llegó por medio de la política a cargos públicos empezó recientemente a cuestionar mi línea de trabajo: tal como es de uso y costumbre, sostiene que las críticas que expreso se basan en el odio. A esta expresión se sumó otro empleado público que acompañó por años al matrimonio Vacante/Salerno en su rapiña del dinero público. El mejor, fue un adherente a la secta kuka hoy devenida albertista, Nando Valiña, un vecino que me espetó: “José Luis…. yo te he escuchado en la radio por años, y la verdad que acá te pasas de boludo, otra palabra no cabe, Uds., los periodistas hoy más que nunca tienen que apoyar e informar lo mas importante en este momento, el cuidado y el cuidarnos entre nosotros, decime en qué carajo colaboras con tu comentario? Escudado porque sos periodista y podes criticar? No seas nabo… si le sale mal al gobierno, nos morimos la mayoría, y es verdad que es reconocido en otros países lo atinado de drásticas medidas de confinamiento en comparación con los casos europeos, inclusive de Brasil”.
Amén del lenguaje de alguien que se alegra de la llegada de médicos cubanos y que se vanagloria de escrachar en las redes a quienes no comparten su visión de la vida y la política, es obvio que su reflejo condicionado no le permite advertir el escenario real: el gobierno reaccionó tarde. Es un hecho. No hay de mi parte una sola cita de crítica a la política puesta en marcha, política que acato sin hacer nada en contra de la misma, porque es un imperativo del momento.
Hay un intento obvio de colocar a Alberto Fernández en el lugar de un caudillo providencial y no de un funcionario público elegido democraticamente que está, como dice el texto del juramento que deben recitar los presidentes de Estados Unidos, al servicio del pueblo. De eso se trata: no es odio, es sentido común que es, como decía mi padre, “el menos común de los sentidos”. Lo que sucede con el presidente es claramente un reflejo condicionado por los años de ausencia de códigos democráticos en el funcionamiento cívico de la República Argentina.