Y nada será igual

Anticipé largamente que el impacto del Coronavirus de origen chino conocido como COVID-19 era una situación que se debía atender prioritariamente. La secuencia de entrevistas que llevé adelante en la 99.9 es detallado registro: el día 13 de febrero entrevisté a la becaria de Conicet e integrante de Biotech Lucía Curti, a referencia de un desarrollo que permitirá detectar rápidamente los casos de Coronavirus. El 24 del mismo mes entreviste al medico infectólogo Gonzalo Corral, uno de los profesionales de referencia en la ciudad.

En tanto, la administración municipal seguía la zaga de Ginés  González Garcia y minimizaba, o ignoraba, la situación que era obvia. Lamentablemente, en lo local, eligieron no mirar el cuadro con amplitud. Y eso, pese a que Horacio Taccone, desde su rol de concejal, empezó, a inicios de marzo, a exigir cuando menos una sesión especial en el Concejo Deliberante para tratar el tema.

Lo que quiero graficar es que no hay nada inesperado en lo que ocurre. Tristemente, la ciudad sólo tiene un total de 80 respiradores entre nosocomios públicos y privados, lo que resulta sumamente insuficiente.

Las medidas de cierre total y desaliento a la llegada de turistas por el fin de semana largo fueron de la sociedad a la dirigencia. Fue por las redes que saltó el clamor para dar el parate que atravesamos hoy.

Ya hay definidos un par de pasos hacia adelante: está cerrado un acuerdo con la seccional local del Sindicato de Empleados de Comercio para emplear dos pisos del hotel Riviera para contener a posibles afectados por la pandemia. Esto se decidió luego de una inspección a los hoteles de Chapadmalal que dejó un gusto muy amargo: está todo devastado, reflejo de una sociedad que ignora supinamente el valor de políticas simples como es hacer tareas de mantenimiento sobre bienes y sistemas de servicio de uso colectivo.

Es obvio que el comportamiento en general responde a la naturaleza humana: aún hay gente que no entiende la dimensión del drama que ya se lleva miles de vidas en todo el planeta. Esta falta de entendimiento aplica aquí en Mar del Plata, en New York, Teherán, o en donde sea.

Hay quienes tienen sentido común y rápidamente se adaptan: servicios puerta a puerta de todo tipo están siendo ofrecidos en las redes, el gran amigo del aislamiento, el centro de la estrategia para aplanar la curva del Coronavirus. Mar del Plata ofrece una industria clave como es la fábrica de la familia Materia, trabajando a pleno en un producto esencial: jabón de pan, el modo más efectivo de contribuir al control de esta crisis.

También hay argentinos oriundos de Mar del Plata trabajando para dar respuestas desde la tecnología: es el caso del CEO del grupo Neutrón, Maximiliano González Kunz, quien reveló que han desarrollado una aplicación llamada “Testeate” que, basada en la experiencia coreana, permitirá información en tiempo real de los puntos de impacto de la diseminación del COVID-19, un modo de hacer más eficiente el esquema de salud que se está desplegando en todo el país. Crisis es oportunidad, aunque no sea exactamente un proverbio chino.

Nada será igual. Una nueva era está comenzando, y está plena de interrogantes.