1) Carlos Fernando Arroyo
(sin miedo al poder oscuro)
“No tengo miedo” dijo el lord mayor en tono justo al anunciar la caducidad de la concesión de Paseo Hermitage/Playa Las Toscas. No fue algo al pasar: miedo y complicidad marcaron la agenda de cuando menos tres ex intendentes en estos pasados años para que tremendo latrocinio se llevara a cabo impunemente.
2) Florencio Aldrey Iglesias
(valijero en problemas)
El primer valijero esta sacadísimo. ¿Cómo es posible que a él, justo a él no le tengan miedo y le quiten una de las joyas de su miserable corona de laureles mustios? Hay problemas más serios: vienen de la mano de tremenda denuncia penal.
3) Fabián Perechodnik
(atrevido, usa nombres)
Un atrevido caradura que invoca el nombre del Presidente para justificar el apaño al socio de andanzas de su ex patrono, Daniel Scioli. Cobardillo (sic) bocón, huye y no da la cara luego de cacarear en el multi Ladrey. Triste.
4) Daniel Adler
(quesito se resguarda)
Quesito eligió correrse, no sea cosa que su ya delicada situación se complique aun más. Lo dejó solo al juez de Dolores en la apelación a la Cámara para decidir en qué foro se debe tramitar la causa que involucra al también fiscal federal Carlos Stornelli. Ratatouille total.
5) Mariano Suárez
(temeroso ocultador)
Muchacho progre, de los que llegaron al periodismo para esclarecer y cambiar paradigmas. Otro ganapán que cumple órdenes y cree que puede cercar la información. No hay otra verdad que la realidad.
6) Gabriel Mestre
(sabia decisión)
El Obispo de la ciudad fue más a fondo que nadie hasta hoy, y expulsó definitivamente del sacerdocio al cura José Serré. No sólo lo echó: pidió en alta voz un “nunca más” para tremendo horror.
7) Gustavo Arnaldo Pulti
(Cospelito dice que aprendió)
Algo así como el retorno del muerto vivo, aún. Cospelito salió a hacer el aguante, buscando que su reentre distraiga del hecho político más trascendente de la ciudad: la quita de la concesión a Ladrey del Paseo y la Playa las Toscas. Penoso servicio de un personaje lamentable en la historia política de Mar del Plata.
8) Guillermo Montenegro
(sufre la indiferencia)
Si bien se anunció que ha llegado su hora (¿?) hay que avisarles a los marplatenses: en el partido de Aldosivi/Boca no lo reconoció nadie, y lo saludaron menos. No alcanza con declamar para existir.
9) Marcelo González
(no le tienen miedo)
Invierte, aporta, pero no da miedo, que es el combustible que alimenta las decisiones de los concejales de Mar del Plata, por lo visto. Los curules ni le trataron el proyecto para invertir en la Plaza del Agua. Para pensar.
10) Luis Distéfano
(sin concesiones)
Secretario de Educación, dispuesto a ordenar un área que manejaban a su antojo los dirigentes gremiales. Contesta todo y va por más.