1) Alejandra Ayek
(miente, miente, ¿algo queda?)
La dirigente de los municipales docentes esta acorralada. Tigresa de historia brava, no duda en alienar la tropa a como dé lugar. Como señala el predicamento de Goebbels: “una idea simple reiterada hasta el hartazgo que gane las mentes débiles”. Un clásico.
2) Gustavo Arnaldo Pulti
(sin revancha, sólo queda el final)
Se quedó solo, hizo el acting del amor por la ciudad. Si GAP ama a Mar del Plata y la ciudad es como una fémina voluptuosa y fatal, Cospelito es su marido golpeador. Se queda sin revancha, se viene el final.
3) Fernando Herrera
(Pipi va por UBER)
El letrado radical va por su minuto de fama y se enciende, exponiendo en relación a UBER que —claro está— en el departamento judicial Mar del Plata el sistema está condenado a duras penas económicas. Pipi hace su agosto mediático.
4) Miguel Ángel Pichetto
(actor inesperado)
En el centro de la escena como nunca en su vida. Conocido en los círculos del poder, Pichetto salta al primer plano por una decisión del presidente Macri que lo catapulta como quizá ya no soñaba. La vida te da sorpresas.
5) Santiago Inchausti
(cero reflexión)
El juez federal menos apegado a la Constitución hace casi a diario de las suyas. Ahora, le puso un freno a buques pesqueros con salida autorizada por Prefectura. “Razonabilidad” es un término que le resulta ajeno de toda ajenidad.
6) María Marta Sarmiento
(lindo ejemplo de docente)
Docente, su perfil en Facebook refleja una personalidad dulce y familiera. Como tropa de la coneja negra se vuelve violenta en el texto. ¿Variaciones de personalidad, o falta de la misma?
7) Marcelo Daniel Fernández
(tirón de orejas)
Juez que ha hecho del cargo un arma política de manera irresponsable. El varapalo que le propina la cámara del contencioso debería significar un razonable antes y después para él. Si le gusta la política (tiene derecho) que renuncie, y vaya por una banca.
8) José López
(más no hay)
Al revoleador de bolsos repletos de dólares le dieron seis años de condena. Suena a poco, es lo que hay, porque así lo dice la ley argentina. Tiene otras causas abiertas, así que algo más a la sombra debería pasar.
9) Gustavo Gil de Muro
(sí, pero NO tanto)
Su designación administrativa en un juzgado de faltas sin poder real para a sancionar o resolver tiene gusto a poco. La gestión en estos años no pudo —o no quiso— resolver estos cargos en los juzgados de faltas que crean un perjuicio cierto al vecino y al erario.
10) Carlos Fernando Arroyo
(en su laberinto)
Es el mal querido de la hora. Todo pareciera ser no para él y su expectativa de un segundo mandato. Se niega a dejar de participar. Si va con boleta corta, el resultado electoral de Mar del Plata puede ser shockeante.