1) Fernando Ali
(siempre de la teta del estado)
Luego de fracasar en cuanto cargo público ocupó en Mar del Plata, reapareció ostentando un cargo público en el Conurbano. El personal del hospital Houssay le señala como quien pretende apoderarse del tomógrafo de última generación destinado a dicho nosocomio para enviarlo a otro hospital.
2) Sebastián Puglisi
(entregó abastos, armas, y bagaje… se le viene una…)
Como secretario de Educación de la comuna, en horas liquidó todo lo logrado en la gestión de Carlos Fernando Arroyo. No es sólo los modos cortesanos de adular al gremio de municipales, sino el desquicio administrativo que han provocado. Tanto, que se le viene resonante denuncia penal.
3) Fernanda Montoto Raverta
(100% chequeado)
A su estilo de Barbie caribeña, con su tono dulce y su sonrisa de publicidad de blanqueador dental, la muy amiga de Monteoscuro pretendió negar que les estén pagando el IFE a criminales condenados. Su “eso no está 100% chequeado” chocó con los datos duros que le arrojó en la cara Osvaldo Bazán. Eso sí, no le aflojó a la sonrisa.
4) Canela Melina Bella
(anticipando el apocalipsis)
Milita la libertad de los presos. En menos de treinta días, hizo las mismas declaraciones al respecto de un “festival de muertes” en la prisión de Batán. Repite un conjunto de consignas que la media movilera reproduce al aire alegremente, sin repregunta alguna.
5) Miguel Bustinduy
(la mano que mece la cuna)
Trajeron a Mar del Plata el escenario que ya habían desplegado en CABA: corte de servicios por la fuerza, acompañado de un discurso por parte de la UTA peronista y la denuncia de connivencia de la actual conducción con el empresariado del transporte. Muchachos bravos que tienen financiamiento, y apalancamiento político. Creando el escenario para 2021.
6) Juan Di Mateo
(ganando protagonismo)
El titular del SAME vernáculo salió a sentar posición sobre los casos de Covid-19 en la ciudad. Lejos de un brote, los casos expresan la negligencia de los actores estatales en el manejo del personal en los nosocomios y geriátricos. Una crisis larga que expone el agotamiento de los operadores del sistema.
7) Luis Diego Benvenuto Vignola
(¿Yo señor? ¡No señor!)
Don Vignola no cede. Requerido por el caso denunciado por el abogado Esteban Fraile, se refugió en las formas y dictó un “no a lugar” en el remate que debió correr bajo su guarda, no de las formas, sino del fondo de la cuestión: que los remates no deben ser manipulados ni a la baja ni al alza fraudulenta. Hay sistema.
8) Yasmila Mendeguia
(cuando menos, mal gusto)
Tremendo exponente de la belleza de estas costas bravías del Atlántico Sur, daría para creer que lo suyo con el “Chiqui” Tapia es una “just business”. Como sea, muy de machirulo escracharla del modo en que lo han hecho.
9) Jorge Paredi
(resolviendo problemas)
El retornado intendente de Mar Chiquita, es de resolver sin mayores vueltas: ante la parálisis del transporte de media distancia, puso una combi para acercar a los muchos que viven en su partido hasta el GADA 601, en donde acceden al transporte local. ¿Los hisoparán?
10) Marcelo Pasetti
(el loser cubre las marcas)
Entre los encauzados por “La Liga de Remates”, no todo es unidad. Hay enojo por el acuerdo que algunos integrantes de la misma advierten en la protección que le da el “Antique Florencio” al escribano Pablo Buscaglia. ¿Será una cuestión de peso lo que llevo al “loser” a borrar su nombre de la cobertura al respecto? ¿Le habrá compartido a Luis del Rio?