1) Julián Gurfinkiel
(te salvan los compatriotas)
Co fundador del sitio “Turismo City”, lanzó una campaña solidaria para alojar, dar una comida o ayudar a transportar a los argentinos varados en el exterior. No te salva el Estado, te auxilian los compatriotas.
2) Ariel Ciano
(viviendo de prestado)
Moja nuevamente. Va de dos en la lista de concejales del Frente de Algunos Todos. Vive de prestado, ni apodo propio tiene. Y, amén del legado, que implica el apodo, pero en diminutivo. A seguir viviendo del erario público.
3) Pablo Obeid
(billetera de payaso)
Esposo de Fernanda Montoto Raverta, cuece el caldero de la estrategia política lugareña. Amplia billetera, apta para casi cualquier opereta política que permita “rascar” unos puntitos para coronar la elección en la ciudad. Hay quienes lo miran con atención.
4) Alberto Fernández
(el repudio es total)
El presidente de la nación ya no puede ni salir a la calle. Su presencia en Tucumán, y su ausencia en los actos públicos en la ciudad de Buenos Aires lo dejan en el incómodo lugar del que no puede —como decía Mao— “fluir entre el pueblo como el pez en el agua”.
5) Emiliano Martínez
(«Dibu» en su hora)
El arquero de la selección es un ejemplo de resiliencia y capacidad para llegar al objetivo soñado en la vida. Su memorabilia local hace furor en una ciudad necesitada de ejemplos exitosos. Chapeau por él.
6) Carlos Bianco
(boca floja)
El chaufer del Renault Clío es presa de un delirio importante. Convencido de que tiene la autoridad para comandar la vida de los bonaerenses, actúa como regente y vulnera preceptos constitucionales todos los días. Su última obra es tratar de nazis a los integrantes de Juntos por el Cambio. Recibió de todos lados. Alguien debería exigirle respuestas judicialmente.
7) Guillermo Bianchi
(difícil momento)
Con Garbarino en alerta roja, el secretario general de los Empleados de Comercio vive horas difíciles. Dar respuesta a este esquema en donde se han cerrado locales y no se pagan aguinaldos ni salarios, es máxima prioridad. A no dudarlo, como diría Mario Roberto Russak.
8) Alfredo Lazaretti
(momento bisagra)
El PSP, que nació como facción joven y progresista en la década del ‘80 con la llegada de la democracia, se ha transformado en lo que vino a cuestionar. Buscar la reelección al rectorado a como dé lugar, luego de dos periodos, no es precisamente «política innovadora», más bien conservadurismo de dudosa popularidad.
9) José Segovia
(se le llenó la calle de muertos)
Mucho puesto fijo de control en el centro de la ciudad y persecución ilegal a los “arbolitos”, en tanto la gente se muere atacada a balazos en los barrios. Se viene el ticket de salida.
10) Horacio Zeballos
(su mejor momento)
«Horacito» ya es Horacio, y su crecimiento de dobles en el siempre demandante juego del tenis lo ha proyectado, a la edad en la que muchos bajan los brazos, a un lugar más que interesante. Good for him.