1) Graciela Fernandez Meijide
(todo lo que está bien)
En 1984, cuando se iniciaba la recuperación de la democracia, ejerció la secretaría de la APDH, un servicio a la búsqueda de la verdad en medio de inmenso dolor por la desaparición de su hijo Pablo. Su tarea en la CONADEP fue central para la elaboración del único documento objetivo sobre la noche negra de nuestro país. 91 años: un ejemplo en vida que celebran quienes aman la democracia.
2) Roberto Gandolfini
(el Tata se la lleva toda)
3) Joaquín Sánchez Garro
(hubo infiltrados)
Concejal y figura clave del Movimiento Evita. Hace todo lo posible para evitar abrir el juego a otros grupos piqueteros que usan la pobreza como instrumento político en nuestra ciudad. Formado en la izquierda, usufructa el uso del poder sin dar a espacio a nada que pudiera implicar que cambie el rumbo de las cosas. Pobreza, un gran negocio.
4) Nicolás Rodríguez Saá
(tendencias peligrosas)
Concejal del PRO en Miramar. Para él, los incidentes posteriores al sepelio de Luciano Olivera fueron provocados por «infiltrados» que llegaron en colectivos que partieron desde Mar del Plata. Alguien (¿algún fiscal?) debería tomar su palabra y no permitir que quede sólo en un dicho.
5) Abel Murgio
(con el diario del lunes)
Médico pediatra marplatense con años en el ejercicio de la profesión alerta desde España que hay que poner el acento en la vacunación por Covid-19 en los niños, por ser éstos un importante vehículo de transmisión del virus. Un alerta temprano que da para pensar.
6) Ezequiel Navarro
(el que avisa…)
El secretario general de ATE anuncia que falta recurso humano en ambos hospitales públicos de la ciudad. Criticó la gestión de salud municipal, tirándole con munición gruesa a Viviana Bernabei. Acusa: «los hospitales no están para hacer el trabajo de atención primaria de la salud».
7) Verónica Giovanello
(colocó tremendo fallo)
Tremendo trabajo el de Giovanello logrando un primer fallo al respecto de los créditos UVA que le impone al BAPRO un criterio solidario ante la deuda. Tremendo dolor de cabeza para los tomadores de este tipo de créditos. Chapeau.
8) Walter Rivero
(todo cambia)
Desafía al SIVARA, al cual sus popes, los hermanos Lencina, llaman «una gran familia», pero que a veces se comporta de manera bastante abandónica con algunos de los integrantes de la misma. Su planteo es que no se van a entregar así como así. Puede terminar dándose una caliente batalla por la venta ambulante en las playas de Mogotes este verano.
9) Ana Vulcano
(por las periferias)
Reapareció, luego de una larga ausencia, como vocera de «las periferias» de la ciudad, clamando que alguien haga algo por los pauperizados y pobres de General Pueyrredon. ¿Si probamos hacer, en vez de perorar? Sería un cambio, ¿no?
10) Juan Inza
(fue a «dar la vuelta»)
El «vasco» Inza fue el gestor de un cambio inmenso en el transporte de Mar del Plata. Discutido —como todo el que hace—, impulsó desde la empresa 25 de Mayo una dinámica que llevó al transporte de la ciudad a un plano muy diferente del de las demás ciudades del interior. Su partida es un gran dolor, más allá de sus seres queridos. Como se dice en el transporte, «el vasco se fue a dar otra vuelta».