1) Agustín Neme
(merecida distinción)
Quizás jamás haya imaginado tener una trayectoria en política. Marcó diferencia en estos cuatro años, exponiendo, en un tono sobrio y simple, preocupación por los problemas reales de la comunidad. Buena decisión que él encabece la lista de concejales de JxC.
2) Santiago Bonifatti
(no logro sumar)
Estaba de número puesto. Así se lo habían prometido. Garantizado. La lógica final del armado de JxC no dio para que le cumplieran la palabra. SUMAR no ha sido el camino.
3) Julián Busetti
(twittear tiene premio)
Responsable de la campaña articulada con el fan del whisky japonés para desgastar al ex intendente Arroyo y twittero nada original —sólo replica a determinados popes del momento del PRO—, ahora liga banca de concejal. Ojalá se esmere y haga algo digno con su cargo.
4) Facundo Manes
(¿se bajó? ¿de dónde?)
El neurólogo de ya pasada moda anunció que no pujará por ser candidato a presidente. Su sueño duró alguito más que el de Wado. Ahora, decir que «se bajó»… ¿de dónde, si nunca estuvo «arriba»?
5) Rodolfo Iriart
(ni de lejos)
Nunca tuvo posibilidades. Estaba fuera de juego hacía ya tiempo. Es un caso curioso: él siguió percibiendo que pertenecía. Como dicen en el argot de la política «ya cobró hasta por demás». Hora de tomar las ganancias y explorar otros caminos.
6) Érica Mercado
(denuncia la extorsión gremial)
Integra Padres Organizados y no duda en señalar que los gremios docentes extorsionan con los paros y dañan la educación, en particular para quienes concurren al sector público. Un ejemplo.
7) Sergio Massa
(líder de Argenchina)
El mismo que dijo que «somos Argenchina», quiere presidir nuestro país. Increíble caso de autopercepción de liderazgo y de falta de reconocimiento sobre la capacidad de la población argentina de comprender la realidad. No hacía falta la foto con el perro para que sepamos que nos quiere meter al can por las partes pudendas.
8) Luis Petri
(actor inesperado)
No estaba en los cálculos de nadie. A alguien —el autor de la idea es cuestión de especulación— se le ocurrió subirlo al tren del «bullrichismo» con un mensaje muy intenso que da en el clavo del plexo de ideas del universo votante de JxC.
9) Hugo Moyano
(desesperado por fueros)
Se sube a cualquier tren con tal de tener fueros: junto a Scioli hasta que éste se bajó —sin consultar el «Bristol test»—, y ahora se abraza al ex secretario de Kirchner, Guillermo Moreno. La sola idea de Bullrich presidente, lo tiene aterrado.
10) Guillermo Montenegro
(cediendo a regañadientes)
Se lo había prometido. Le juró que era el primer candidato. Finalmente, cedió a la lógica de la política y sin mayor remordimiento soltó un «Todo cambió. No se puede, qué se le va a hacer». El principio del desgaste del poder, es no poder sostener la palabra dada.