1) Marina Calabró
(más ridículo, imposible)
Siempre preocupada por lucir sus lolas, de tanto prestarle atención a lo frívolo, se ve que se le quemaron las neuronas. Anunciar por todo lo alto el fraude de Fátima Flores estaría embarazada de Javier Milei, supera todo lo absurdo que esta —por momentos, absurda— campaña ha dado de qué hablar.
2) Walter Rivero
(cambio por la fuerza)
Se autocita como vendedor ambulante. Puja por controlar un millonario negocio: justamente, el de la venta ambulante en Mar del Plata. La cosa, tal como la plantea, puede terminar en desgracia.
3) César Trujillo
(siempre socio)
Se planta y dice «estamos orgullosos de proteger 48 empleos en el predio de disposición final». No es para menos: con este marco legal, el dirigente del ladrillo, ex guardavidas en Miramar, es más socio que sindicalista.
4) Gustavo Pujato
(en las avenidas, no)
El curul de la UCR de habitual perfil bajo lanzó un planteo —ordenanza mediante— que busca pacificar el tránsito y, como criterio de seguridad, prohibir la circulación de bicicletas en las avenidas. Sentido común.
5) Christian Echeverría
(un pedacito)
Apareció y dijo que «el juego online genera quinientos millones por mes, y el personal de Casino y Lotería no ve de ello un céntimo». Como dirigente, debería pedir que el juego online sea prohibido: está arruinando a la sociedad a un ritmo pandémico.
6) David Bruna
(confirmando)
El fiscal de delitos económicos dejó en claro en la 99.9 que hay una causa penal por fraude contra un cliente del banco Santander —ver nota central—. Una operatoria imposible sin un operador interno en el propio sistema bancario.
7) Andrés Basso
(cansados de la política)
Electo presidente de la Asociación de Magistrados Federales, fue claro en los motivos que llevaron al aplastamiento de la Lista Celeste: dijo, sin ambages, que «los jueces están hartos de la injerencia de la política en el sistema judicial».
8) Matías Rodríguez
(morir por amor)
Ante la violencia de la traición, es cotidiano —y terrible— que la respuesta sea aún más violencia, que estalla en la forma de la muerte de mujeres en todos los estamentos sociales. Menos frecuente es que esa violencia la ejerza, sobre sí mismo, quien fue traicionado. La carta del senador fueguino es una lápida tanto para su esposa, como para su amigo traidor.
9) José Antonio Di Meglio
(la verdad huye)
José tenía 71 años, esa edad en la cual los bucólicos anuncios de la ANSES —by Raverta— dicen que son soñados años para estar jubilado. Todos sabemos que, salvo que se haya pertenecido al sector público, o a alguna multi, lo que se percibe son sólo monedas, y hay que seguir trabajando. José estaba trabajando. Sobre su asesinato, aún no hay novedad.
10) Ezequiel Guazzora
(pedófilo KK detenido)
Estaba escondido en Merlo, lo que no debería llamar la atención. El pedófilo y provocador que usurpaba la condición de periodista está finalmente detenido. ¿Habrá justicia?